Fue un cataclismo difícil de imaginar. Cuando un asteroide de 15 km de ancho se estrelló contra la Tierra hace 66 millones de años, lo hizo con una fuerza equivalente a 10.000 millones de bombas atómicas como lo de Hiroshima.
Una bola de fuego radioactiva quemó todo lo que encontró a cientos de kilómetros a su alrededor, generando múltiples tsunamis en todas las direcciones posibles.
Como resultado, se extinguió el 75% de las especies, entre ellas los dinosaurios.
¿Pero qué hubiese pasado si, por ejemplo, el asteroide hubiese seguido de largo o caído unos minutos antes?
Antes o después
Este es el escenario propuesto por un grupo de investigadores en el documental de la BBC estrenado recientemente "El día que murieron los dinosaurios".
Uno de estos científicos es el geólogo Sean Gulick, de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, quien piensa que si hubiese caído antes o después, en vez de impactar las aguas superficiales del la Península de Yucatán en México, habría caído en las profundidades del Pacífico o el Atlántico, que hubiesen absorbido algo de su fuerza y limitado la expulsión de sedimentos ricos en sulfatos que cubrieron la atmósfera en los años siguientes.
También hubiera sido una catástrofe y se habrían extinguido especies, pero algunos dinosaurios grandes habrían sobrevivido.
Si ese hubiese sido el caso, ¿habría dinosaurios hoy día? ¿Qué otros nuevos habrían aparecido? ¿Habrían desarrollado una inteligencia como la de los humanos?
Algunos investigadores creen que, incluso sin el asteroide, el reino de los dinosaurios igual hubiese llegado a su fin.
"Yo soy de la opinión poco ortodoxa de que los dinosaurios estaban destinados a desaparecer, de todas maneras, debido al enfriamiento del clima", dice Mike Benton, paleontólogo de la Universidad de Bristol, en Reino Unido.
"Lograron apenas mantenerse durante el Cretácico, pero sabemos que los mamíferos se estaban diversificando (...) y los dinosaurios estaban decayendo desde hace 40 millones de años", añade.
Benton cree que los mamíferos habrían reemplazado a los dinosaurios.
Tom Holtz, investigador de dinosaurios carnívoros de la Universidad de Maryland, en EE.UU., también cree que hace 66 millones de años se habrían producido algunas extinciones de todos modos, debido a las erupciones a las corrientes de lava en la región de India conocida como traps del Decán, pero dice que "una vez dentro del Paleoceno y el Eoceno, no había nada que hubiese afectado la biología general de los dinosaurios".
"Hubiese sido un mundo en el que los dinosaurios del Cretácico hubieran estado cómodos".
Calor, plantas y frutas
Si asumimos que hubiesen sobrevivido, ¿qué factores hubiesen afectado su evolución? El cambio climático, probablemente, habría sido el principal problema.
Un evento conocido como Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, hace 55 millones de años, hizo que las temperaturas globales se tornasen 8 ºC más altas que las de hoy, y que los bosques tropicales se expandieran por el planeta.
En este mundo caliente, con vegetación abundante, muchos saurópodos de cuello largo podrían haber crecido rápidamente, reproduciéndose a una edad más joven y reduciendo su tamaño.
Otra tendencia en el Cretácico tardío es la aparición de las plantas con flores.
Y con estas llegaron los frutos, que coevolucionaron con los mamíferos y las aves que ayudaron a dispersar sus semillas.
¿Pudieron haber evolucionado dinosaurios parecidos a los monos para aprovechar estos recursos, así como los primates aparecieron en nuestra cronología?
"Muchas aves comen frutas. Así que podría haber habido dinosaurios no avianos que se adaptaran a una dieta de frutas", explica Matt Bonnan, paleontólogo de la Universidad Stockton, en EE.UU.
Stephen Brusatte, investigador de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, concuerda con que "los dinosaurios pequeños y con plumas podrían haber seguido la misma ruta de los primates" ya que algunos ya estaban correteando por entre las ramas.
Otros podrían haberse convertido en bebedores de néctar, desparramando el polen de flor en flor durante el proceso.
Expansión de las praderas
Otro evento importante, que ocurrió hace 34 millones de años, es la separación de Sudamérica de Antártica. Esto hizo que se desarrollara la corriente circumpolar, que provocó la formación de la capa de hielo en Antártica e hizo que se enfriara y secara el mundo.
En ese momento, y más tarde en el Mioceno, las praderas se extendieron por un vasto sector del planeta.
"Mamíferos herbívoros rápidos y de patas largas se hicieron más comunes. En el pasado uno podía esconderse, pero no puedes hacerlo en la pradera abierta", dice Holtz.
Es en este momento en nuestra historia cuando empezamos a ver un crecimiento explosivo de una diversidad de animales de pastoreo, con pezuñas, y animales carnívoros que los cazan.
Según Darren Naish, paleontólogo de vertebrados en Reino Unido, es posible que, en nuestra cronología alternativa, los dinosaurios veloces de pastoreo habrían sido los descendientes de los parientes cornudos de los Triceratops o de los herbívoros bípedos parientes del Hypsilophodon.
"Los dinosaurios ya vienen con un enorme set de ventajas evolutivas que a los mamíferos les tomó mucho tiempo", agrega. Por eso, dice, habrían tenido ventajas para adaptarse a las praderas.
Tenían mejor visión que los mamíferos y podrían haber sido más hábiles para detectar peligros.
Más cerca de la actualidad, los dinosaurios tendrían que haber lidiado con las varias edades de hielo de los últimos 2.600 millones de años. Pero sabemos que los dinosaurios del Cretácico vivían por encima del círculo polar ártico.
"Quizás en lugares más fríos habríamos visto dinosaurios con pieles gruesas y elaboradas, cubiertos con bello y plumas hasta las puntas de los dedos y la cola", dice Naish.
Coexistencia
Los océanos son otro territorio poco explorado por los dinosaurios. Especies como los Spinosaurus incursionaron en ambientes de río y estuarios, y con frecuencia se hallaron fósiles de anquilosaurios en sedimentos marinos y cerca de la costa.
¿Podrían estas dos especies haber seguido los pasos de las ballenas y evolucionado para vivir en el mar?
Podrían haber regresado a la tierra para depositar sus huevos o, eventualmente, dar a luz directamente en el mar.
En un mundo con los dinosaurios en la tierra, pterosaurios en el cielo e ichthyosaurus y mosasaurusen el mar, ¿qué destino habrían sufrido las aves y los mamíferos?
Según Naish, en un mundo con dinosaurios habría igual una gran diversidad -como la de hoy día- de aves.
Los mamíferos, sin embargo, son otra historia. Si bien ya estaban en el mundo desde hace 160 millones de años cuando hizo impacto el asteroide, todavía "eran criaturas marginales", explica Brusatte.
Eran diversos pero generalmente pequeños y restringidos a nichos específicos.
"Fue solo gracias al impacto del asteroide que destituyó a los dinosaurios dominantes que pudieron liberarse".
No todos están de acuerdo: piensan que la megafauna no habría tenido posibilidad, pero sí la habrían tenido los murciélagos, los roedores, los pequeños carnívoros, los primates y las comadrejas.
Pero si los monos tití y los hilobátidos hubiesen saltado de rama en rama mientras los dinosaurios andaban merodeando por ahí, ¿no podría acaso haber evolucionado algo similar a los homínidos?
"Algunos de los linajes de mamíferos ya habían empezado a evolucionar antes del evento de extinción", señala Naish.
"Tomando esto en cuenta, probablemente podría haber primates y... (quizás), una versión de humanidad".
"Dado que evolucionamos en un mundo lleno de mamíferos gigantes, es posible".
Dinosaurios inteligentes
Teniendo en cuenta que hay mamíferos inteligentes, ¿podrían haber evolucionado dinosaurios inteligentes?
"Dinosaurios equivalentes a cuervos, loros o primates, con cerebros muy complejos y capacidad para resolver problemas podrían haber evolucionado", dice Holtz, quien cree que nunca podrían haberse parecido a los humanos.
"No creo que hubiesen llegado a nada que se parezca al nivel de una inteligencia humana", señala Naish.
"Podrías tener dinosaurios con un gran cerebro, inteligentes, pero todavía se verían como dinosaurios. Es antropomórfico asumir que habrían evolucionado otras forman de inteligencia similar a la humana".
Y, por último, asumiendo que hubieran sobrevivido hasta los últimos cientos de miles de años y convivido con los humanos, ¿habrían sobrevivido hasta el día de hoy?
La respuesta parece ser sí.
Pero así como los humanos cazaron a los mamuts y otros animales de la megafauna hasta su extinción, el crecimiento de la población y el desarrollo de nuevas tecnologías de caza habrían hecho mella en los grandes dinosaurios a medida que nos expandimos por el globo.
En esta cronología alternativa, quizás algunas pocas especies de grandes herbívoros saurópodos, o incluso carnívoros similares al T. rex, podrían haber sobrevivido en reservas naturales protegidas o en parques nacionales lo suficientemente grandes como para albergarlos.
Quizás algunos de los dinosaurios no avianos más pequeños podrían haberse adaptado a ambientes urbanos, conviviendo a la par de la gente en las ciudades como lo hacen las palomas, las ratas y las gaviotas en muchas partes del mundo.
Así como la mayoría de los grandes mamíferos han desaparecido, quedan aún unos pocos como los elefantes o los rinocerontes. Por eso no es tan difícil imaginar un mundo paralelo donde pudiésemos ir a un safari de dinosaurios, al estilo de la película Parque Jurásico y disfrutar del espectáculo con binoculares y cámaras fotográficas.