Un pronóstico poco alentador entregó el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el futuro de la economía internacional.
El organismo rebajó su previsión de crecimiento al 3,3% este año, la tasa más baja desde 2009, cuando el mundo estaba en medio de una gran recesión, y una revisión a la baja de 0,2 puntos porcentuales con respecto a sus proyecciones en enero.
El crecimiento en 2018 fue de 3,6%.
Con este pronóstico, el FMI redujo por tercera vez su perspectiva de crecimiento en apenas seis meses, sembrando un mayor nivel de incertidumbre entre inversores y gobiernos.
"Un deterioro en la confianza del mercado podría endurecer rápidamente las condiciones de financiación en un momento de elevados niveles de deuda del sector público y privado en muchos países", advirtió este martes Gita Gopinath, economista jefa del organismo.
Con todo, las cosas podrían mejorar hacia finales de este año, señala el informe "Perspectivas de la Economía Mundial" (WEO, por sus siglas en inglés).
"Tras un comienzo débil proyectamos que el crecimiento repuntará en la segunda mitad de 2019", agregó Gopinath, advirtiendo que de todos modos pueden surgir nubarrones en el horizonte, si reaparecen las tensiones comerciales, golpeando con mayor fuerza a sectores como la industria automotriz.
A la desaceleración de China, se suman otras turbulencias en el horizonte, como los problemas en torno al Brexit, el cambio de orientación del nuevo gobierno de México, y la política de Estados Unidos frente a Irán, dice la publicación.
Estas son algunas de las razones que explican por qué el FMI rebajó su proyección de crecimiento económico global.
1. La escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China
Aunque recientemente ha bajado el tono de la guerra arancelaria declarada por Donald Trump a China, el FMI plantea que la escalada del conflicto en 2018 ha tenido efectos negativos en las perspectivas de crecimiento económico mundial.
Luego que Donald Trump anunciara el retraso de la imposición de aranceles comerciales adicionales a los productos chinos previstos para marzo, los fantasmas se disiparon, al menos por un tiempo.
Trump dijo que ambos países habían logrado "un progreso sustancial" en las negociaciones comerciales, mientras que la agencia de noticias oficial china, Xinhua, también informó que existían progresos en temas específicos, como la transferencia de tecnología, la protección de la propiedad intelectual y la agricultura.
Sin embargo, como nadie sabe por cuánto tiempo puede extenderse la tregua, la amenaza de la guerra arancelaria sigue vigente.
En su informe, el FMI también plantea que "le preocupa el endurecimiento de las condiciones de crédito en China" y proyecta que el país se desacelerará en 2019 y 2020.
2. Las crisis en Argentina y Turquía
En algunas economías de mercados emergentes, la actividad económica se moderó debido el pesimismo cada vez mayor de los mercados financieros mundiales hacia fines de 2018.
"Argentina y Turquía adoptaron políticas más estrictas, necesarias para corregir desequilibrios financieros y macroeconómicos", dice el informe.
La proyección del organismo es que la economía de Argentina se contraerá el primer semestre de 2019, en el contexto de las políticas restrictivas del gobierno de Mauricio Macri para enfrentar los grandes demonios internos como la inflación, la recesión y la urgencia por llegar a la meta de equilibrio fiscal comprometida por el gobierno.
El Producto Interno Bruto (PIB) argentino caería este año 1,2% y recién en 2020, la economía volvería a crecer.
3. La contracción de las condiciones financieras en las mayores economías
El pronóstico del organismo supone que las condiciones financieras mundiales "se endurecerán paulatinamente".
Plantea que aunque los mercados recuperaron el optimismo a comienzos de este año, la situación sigue siendo complicada por los indicios de desaceleración, la caída moderada de las utilidades empresariales y las inquietudes del mercado en torno al endurecimiento de la política de la Reserva Federal (el banco central de EE.UU.).
A lo anterior se suma la posibilidad de una "salida desordenada del Reino Unido de la Unión Europea" (es decir, sin que exista un acuerdo).
¿Y América Latina?
El FMI redujo sus proyecciones de crecimiento en América Latina para este año y el próximo, al tiempo que anticipó una recuperación más lenta para Brasil y México en el mediano plazo.
El organismo proyectó un crecimiento regional de 1,4% este año y para el 2020, una expansión de 2,4%.
Respecto a México, el organismo señala que "el sentimiento de los mercados se deterioró" y el escenario se puso más difícil luego que el gobierno cancelara la construcción del aeropuerto planificado para la capital y diera marcha atrás a las reformas energéticas y educativas, sostiene el organismo.
A nivel global, si la desaceleración persiste, el organismo proyecta una contracción del crecimiento en 2019 para el 70% de las economías mundiales, una perspectiva que enfría el entusiasmo y enciende una luz de alerta.
Si bien una expansión mundial de 3,3% para este año "no deja de ser razonable", plantea el informe, "las perspectivas que enfrentan muchos países son muy duras".