Un 80% de las chilenas sometidas a cesárea prefería haber tenido parto normal
En Chile la tasa de cesáreas tanto en el sistema público como privado, va en aumento y representan –en promedio- el 50% de los partos realizados anualmente.
Pero ¿cuál es la intervención que verdaderamente prefieren las chilenas al momento de parir?
En 2006, un estudio de la Universidad Católica de Chile en conjunto con la U. de California, denominado “Chilean women´s preferences regarding mode of delivery: wich do they prefer and why?”, resolvió que un 77% de las mujeres en nuestro país, prefieren someterse a un parto vaginal (popularmente conocido como “normal”), antes de ser intervenidas por una cesárea.
Este año, el proyecto para el Fondo Nacional de Investigación y Desarrollo en Salud (Fonis) titulado “Percepciones y prácticas sobre la operación cesárea: estudio exploratorio en salud pública y privada para la elaboración de recomendaciones que contribuyan a la disminución de la tasa de cesárea en Chile”, reveló que la preferencia de las chilenas en 2014, continúa apuntando a no parir a través de una cesárea.
La investigación de los profesionales en obstetricia de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) y la Fundación Cultura Salud, Michelle Sadler, Gonzalo Leiva y Patricia Nuñez, generó una encuesta a usuarias de cesárea y un 80% de ellas respondió que antes de entrar a pabellón y ser madre, su preferencia había sido someterse a un parto vaginal.
El informe, expone también que sólo un 6,6% de las chilenas entrevistadas fue sometida a porque ella misma lo solicitó, versus un 33,8% que ingresaron a cirugía porque “presentaron alguna urgencia en el trabajo de parto”.
Para el especialista, Gonzalo Leiva, el cuestionamiento es ético y trae graves consecuencias sanitarias: “Las cesáreas son un negocio para el sistema privado y básicamente se está generando dinero a cualquier costo. ¿Vamos a seguir aumentando las tasas, porque será más cómodo y rentable? Desde hace 12 años que las tasas de mortalidad de madres chilenas es de 16 por cada 100 mil partos, esto significa que el aumento de cesáreas, ni si quiera puede analizarse como algo positivo para disminuir estos fallecimientos, simplemente, la mayoría de estas intervenciones no se justifican”, manifestó a T13.Cl.
De igual forma, lo advierten que estudios internacionales, los cuales revelan que las tasas sobre un 15% de cesáreas, someten a un mayor riesgo “no justificado” a mujeres jóvenes y sus hijos y representan una carga presupuestaria para los sistemas sanitarios.
Por su parte el Colegio de Matronas de Chile, manifestó a T13.cl, valorar “que existan estudios que permitan objetivizar la real demanda de las mujeres frente al escenario de optar por el parto natural, y espera que nuevas encuestas reafirmen esa tendencia a humanizar el parto”.
La excesiva medicalización
“Cuando una mujer ingresa al hospital porque va a parir, el primer ejercicio que realiza el equipo médico, es acostarla en una camilla y ofrecerle anestesia. Pero el panorama ideal y el modelo que se implementa a nivel internacional, es que estas pacientes puedan acceder a una tina o jacuzzi, por ejemplo, con agua caliente, que no estén inmóviles y que puedan vivir ese momento sin dolor y con menor riesgo, considerando que se les sobre medica”, explicó Gonzalo Leiva.
La sobre medicación, puede alargar el trabajo de un parto y ello, traer como consecuencia que las mujeres sean sometidas a una cesárea.
De esta forma lo aclara también el “Manual de Atención Personalizada en el proceso reproductivo”, del programa de gobierno “Chile Crece Contigo”, que fue publicado en enero de 2008.
Allí, se establece como lineamiento para la red pública de salud, que “la excesiva “medicalización” del parto promueve el uso de intervenciones innecesarias con un costo global alto de los servicios médicos y que ha llevado a desconocer o subestimar la importancia de los aspectos psicológicos del embarazo y el parto”, indican.
Las ventajas y desventajas
Los expertos advierten que cuando un infante nace a través de un parto vaginal, atraviesa el “canal del parto”, donde se pone en contacto con la microbiota de su madre y comienza el desarrollo de su sistema inmune.
Este episodio permite que el intestino del recién nacido funcione en forma adecuada, entre otros beneficios.
Cuando la madre es sometida a cesárea, en cambio, su hijo no puede atravesar este momento y es altamente probable que sus próximos partos también se realicen a través de esta cirugía, aumentando las probabilidades de morbimortalidad asociadas.
“La principal causa de cesáreas hoy, es la cesárea anterior”, explica Gonzalo Leiva.
El riesgo para los recién nacidos, se relaciona a mayor ingreso a las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) neonatales.