¿Son los musulmanes las mayores víctimas del terrorismo?
Después del atentado contra Charlie Hebdo, un imán de París saltó a la luz pública condenando los asesinatos.
"Estas víctimas son mártires y yo rezaré por ellos con todo mi corazón", dijo Hassen Chalghoumi.
Pero agregó que el 95% de las víctimas del extremismo islámico son musulmanes.
¿Puede ser real ese número?
La afirmación del religioso es similar a la de un informe del Centro Antiterrorista Nacional del gobierno de Estados Unidos fechado en 2011.
"En casos donde la afiliación religiosa de las víctimas del terrorismo pueden ser determinadas, los musulmanes supusieron entre el 82% y el 97% de las víctimas relacionadas con el terrorismo de los últimos cinco años", dice el informe.
Sin embargo, el reporte no dice en qué proporción de los casos no ha sido posible determinar la religión de la víctima o si los casos en que sí son suficientemente representativos.
Y es que las respuestas no son fáciles de conseguir porque la autoridad estadounidense ya no realiza ese reporte.
Ahora, el gobierno de EE.UU. toma como referencia la Base de Datos Global sobre Terrorismo (GTD) de la Universidad de Maryland.
Pero GTD no trabaja en el recuento de la fe de las víctimas. Hacerlo sería demasiado complicado, comenta Erin Miller, responsable de la base de datos.
La razón es que la mayoría de los datos tiene origen en noticias en la prensa y no suelen mencionar la religión de las víctimas.
En alrededor de la mitad de los casos, GTD ni siquiera sabe quién realizó el ataque.
Miller señala, sin embargo, que entre 2004 y 2013, alrededor de la mitad de los ataques y el 60% de las víctimas tuvieron lugar en Irak, Afganistán y Pakistán: todos de mayoría musulmana.
Así que mientras expresa sus dudas sobre la cifra del 95% de víctimas musulmanas, cree que tampoco debe estar muy lejos de la realidad.
"No está fuera del reino de lo posible, dada la extrema concentración de los atentados en países musulmanes", comenta Miller.
Definición de "terrorismo"
El GTD define un atentado como terrorista cuando constituye una amenaza o uso ilegal de la fuerza y violencia por un agente no estatal para obtener un objetivo político, económico, religioso o social a través del miedo, coerción o la intimidación.
Así pues, las acciones de un Estado no pueden llegar a considerarse actos de terrorismo para GTD, como por ejemplo, el ciberataque a Sony si es verdad que lo cometió el gobierno de Corea del Norte.
Pero el mayor problema con el que se enfrentan instituciones como el GTD es ya el mero recuento, como quedó de manifiesto en el reciente ataque en la localidad de Baga en Nigeria.
Imágenes satelitales muestran cómo los islamistas de Boko Haram devastaron una zona en la que viven miles de personas.
Sin embargo, ha resultado imposible determinar a ciencia cierta cuántas personas han muerto; las estimaciones van de 150 a 2.000.
Julian Rademeyer, del sitio en internet Africa check, dedicado a contrastar hechos, explica que lo cierto es que nadie puede cuantificar el balance de víctimas.
"Algo catastrófico pasó según los testimonios de los supervivientes que hablan de que mataban a las personas como si fueran insectos", agrega Rademeyer.
"Un hombre le dijo a CNN que caminó ocho kilómetros y la carretera estaba salpicada de cuerpos. Otro refugiado dijo que cree que murieron 500. Hay quien habla de hasta 3.000".
Rademeyer cuenta cómo los militares en principio coincidieron en que se trataba de uno de los más mortíferos actos de Boko Haram pero terminaron rebajando su estimación de muertos a 150.
"El problema es que no hay actores independientes en el área y todos los números son cuestionables. Y los que huyen no están contando cuerpos".
La religión, un factor más
Cuando los occidentales piensan en los atentados terroristas, pueden pensar en el de Charlie Hebdo, los del autobús y metro de Londres en 2005 o el de Atocha en Madrid.
Y aunque pudieran haber muerto musulmanes en esos atentados, no eran mayoría.
La media de ataques en España, Estados Unidos, Francia y Reino Unido es muy baja comparada con la situación internacional.
Entre 2004 y 2013, Reino Unido sufrió 400 atentados, la mayoría en Irlanda del Norte y muy pocos se cobraron víctimas mortales.
En EE.UU. hubo 131, menos de 20 con resultado de muerte. En Francia, 47.
Pero en Irak fueron 12.000 ataques. En al menos 8.000 hubo pérdida de vidas humanas.
Miller comenta que hay otra razón por la que recomienda no centrarse en la afiliación religiosa de las víctimas, aparte de la dificultad de encontrar datos fiables.
"Es tentador para muchos intentar volverlo casi un indicador para figurarse qué grupo religioso es más violento y reducirlo a simplemente mantener el tanteo como en un partido de fútbol", dice.
Para Miller eso es un error porque, argumenta, la mayoría de los atentados tienen una motivación geopolítica.
"La religión es ciertamente un elemento, pero no es lo único".
En eso coincide el experto en contraterrorismo Richard J. Chasdi, para quien "contar las víctimas sólo por su religión no es suficiente para explicar el fenómeno".
"Decir que la mayoría de las víctimas son musulmanas, no significa demasiado (…). Hay otras características ‘marcadas por el contexto’ y frecuentemente críticas para la evaluación del riesgo: nacionalidad, género, estatus socioeconómico y etnia, por ejemplo", explica Chasdi, profesor asociado del Walsh College (EE.UU.).
"Así que enfocarse en la religión da sólo una imagen muy incompleta de los hechos".