Los Presidentes de Cuba y Estados Unidos, Raúl Castro y Barack Obama, respectivamente anunciaron hoy en forma paralela que sus países buscarán normalizar sus relaciones diplomáticas, una decisión histórica tras más de medio siglo de tensiones.
“Son medidas históricas para un nuevo rumbo”, señaló el Presidente estadounidense. “Debemos aprender el arte de convivir de forma civilizada con nuestras diferencias", agregó, por su parte, el líder cubano.
Este hecho ocurre tras la liberación en Cuba del contratista estadounidense Alan Gross, detenido en la isla desde 2009. A cambio, Washington liberó a tres cubanos que estaban detenidos tras ser acusados de espionaje.
En su comparecencia, el mandatario estadounidense dijo incluso dos frases en español. “No es fácil”, dijo citando un refrán cubano. Y en la parte final de su discurso afirmó: “Todos somos americanos”.
"He dado instrucciones al Secretario (de Estado, John) Kerry para que inicie de inmediato discusiones con Cuba para restablecer relaciones diplomáticas que han estado interrumpidas desde enero de 1961", señaló el mandatario norteamericano.
Como consecuencia de esa instrucción, "Estados Unidos va a restablecer una embajada en La Habana y altos funcionarios visitarán Cuba", señaló Obama, agregando que "en el cambio más importante de nuestra política en más de 50 años, pondremos punto final a un abordaje obsoleto que por décadas fracasó en defender nuestros intereses, y comenzaremos a normalizar las relaciones entre los dos países".
Kerry informó que la subsecretaria para el Hemisferio Occidental (América Latina y el Caribe), Roberta Jacobson, viajará el próximo mes a la isla para iniciar las discusiones. "Espero ser el primer Secretario de Estado en visitar Cuba en más de 60 años", manifestó. Incluso, la Casa Blanca no descartó un próximo viaje del mandatario a la isla.
Por su parte, Raúl Castro señaló que "esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto: el bloqueo económico" impuesto en 1962.
El anuncio llega después de una conversación telefónica de cerca de una hora, el martes, entre Obama y el líder cubano, en el primer diálogo público de un Presidente estadounidense desde la Revolución Cubana, en 1959.
El primer encuentro entre altos funcionarios cubanos y estadounidenses tuvo lugar en junio de 2013. Este año hubo otra cita importante en el Vaticano entre las dos delegaciones. El Papa Francisco tuvo así un rol clave en el acercamiento.
La Casa Blanca también anunció que Obama participará en la Cumbre de las Américas, que se celebrará en abril en Panamá y en la que también está invitado Raúl Castro. Obama no puede levantar por su cuenta el embargo a Cuba, ya que suprimir gran parte de las sanciones económicas requiere la aprobación del Congreso, que se ha mostrado reacio a cualquier medida de deshielo. Especialmente, si se toma en cuenta que desde enero, la oposición republicana -más crítica que el oficialismo con respesto a Cuba- tomará el control de las dos cámaras del Congreso.
"La decisión del Presidente de recompensar al régimen de Castro e iniciar el camino hacia la normalización de las relaciones con Cuba es inexplicable", dijo por su parte el senador republicano por Florida Marco Rubio, hijo de cubanos y una de las voces más crtíticas de la Casa Blanca. Rubio, que será presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, prometió hacer lo posible para "bloquear este intento peligroso y desesperado del Presidente para pulir su legado a expensas del pueblo cubano".