Más del 70% de Médicos Generales de Zona se ha sentido agredido por usuarios
Los médicos a nivel nacional están preocupados. Esta vez, porque denuncian que se han registrado diversas agresiones - tanto verbales como físicas-, contra los trabajadores de centros públicos de salud.
Hace un par de semanas en T13.cl dimos a conocer la advertencia del Colegio Médico (Colmed), por un "acto de violencia" ocurrido en el Hospital Adriana Cousiño de Quintero, en la región de Valparaíso.
El reclamo de los facultativos indicaba que un profesional fue emboscado al interior del centro asistencial, resultando con graves lesiones.
El resultado fue que la administración exigió la presencia de carabineros para que sus trabajadores ejercieran sus funciones con mayor seguridad.
En medio de este escenario, se realizó una "Encuesta sobre Seguridad y Riesgo de Agresión” a los –en promedio-1.000 Médicos Generales de Zona (MGZ) -en etapa de formación y destinación-, quienes ejercen sus funciones desde Arica a Magallanes.
Los resultados exponen que más de un 70% consideran haber sido violentados por pacientes o familiares de pacientes.
Un 23% dijo que no le ha ocurrido algo por el estilo, un 64 % habría sido agredido de forma verbal y un 10% de manera física.
“Básicamente la gran mayoría manifestó haber recibido estos dos tipos de ataques, tanto el físico, como el verbal”, explicó a T13.cl el presidente de los MGZ, Felipe Cayupi.
Respecto de las enfermeras, técnicos y personal administrativo, un 61% de los facultativos respondió conocer casos en que estos trabajadores habrían sido agredido, tanto física como verbalmente, mientras trabajaban.
Horas de espera y falencias
¿Qué puede generar estos escenarios de "violencia" en la red de asistencia pública?
Para los médicos, la tensión es evidente considerando que los pacientes llegan a esperar más de cuatro horas para ser atendidos –generalmente en las urgencias- y muchas veces “los resultados de laboratorios demoran o simplemente no se pueden realizar, esto genera que los trabajadores transmitan también una sensación de frustración hacia las personas que atienden. Se trata de un círculo vicioso, que debe ser prontamente controlado, porque puede empeorar”, explicó Felipe Cayupi.
“Las falencias del sistema, como la falta de medicamentos, la falta de camas y la necesidad de contar con más especialistas, genera una molestia que revela un sistema colapsado”, añadió.
"Se debe tomar en cuenta también que los trabajadores no se sienten seguros y ello, suma una desmotivación para retenerlos en la red", indicó.
El ejemplo de San Vicente de Tagua Tagua
El tema de las agresiones entre pacientes y profesionales de la salud no sólo ocurre en las grandes ciudades o en recintos más popularmente conocidos, o de mayor complejidad.
En regiones extremas, esta situación también estaría formando parte de los escenarios cotidianos de servicios de urgencia, atención primaria y hospitales.
“Para poder resolver una atención de calidad, los MGZ solicitaron al Ministerio de Salud refuerzos de cargos de médicos estables, para el Hospital de San Vicente de Tagua Tagua, donde se atienden por emergencias, al menos 172 pacientes al día –según balance 2014-“, aclaró Cayupi.
De esta forma, poder otorgar un servicio permanente. "A su vez, se pueden evitar que estos círculos viciosos de agresión se generen", agregó.
Pidieron entonces, la dotación de 12 médicos, para la rotativa de dobles turnos, porque atendía allí sólo un facultativo: “Nos otorgaron tres cargos más -10 en total-. Con este cambio, esperamos reforzar y aliviar la sobre carga, considerando que la espera en este recinto, es de cinco horas en promedio”, añadió.