Esta tarde la Fiscalía de Quilpué se opuso al sobreseimiento por “locura o demencia” de Pablo Undurraga Atria, el brazo derecho del suicida y líder de la secta, Ramón Castillo - conocido como Antares de la Luz-, que sacrificó a un lactante durante un rito realizado en Colliguay.
Durante los alegatos solicitados por la defensa del imputado, el fiscal de Valparaíso, Juan Emilio Gatica, sostuvo que los peritajes incorporados en la carpeta de investigación “no son concluyentes para decretar la inimputabilidad de Undurraga por enajenación mental, cuestión que alega su defensa para librarlo de un juicio oral y público”.
Dada la complejidad del caso, el Tribunal de Garantía de Quilpué se dio plazo hasta mañana para dar a conocer su veredicto.
La autopsia psiquiátrica concluye que el acusado no fue sujeto de una “sicosis delirante” como lo sostiene su defensa, la cual habría sido “transmitida” por Castillo. Reveló además, que el consumo de ayahuasca -sustancia de efectos alucinógenos- por parte de los integrantes del grupo, “impide acreditar que los hechos fueron el resultado de un acto enajenado, sino más bien de una acción voluntaria que terminó en delito y que debe ser juzgado”, indican.
“A nuestro entender, el señor Undurraga es imputable y, como lo sostiene uno de los peritajes, no estaba enajenado al momento de la muerte del lactante”, señaló el fiscal Gatica.
Undurraga, junto con la madre del lactante, Natalia Guerra, enfrentan imputación y eventual juicio por homicidio calificado y parricidio, respectivamente.
Si llegara a decretar el sobreseimiento de Undurraga, este no podrá ser llevado a juicio por “entender el juez que actuó bajo enajenación mental”, aclaran desde la Fiscalía.
