Esta semana el ex mayor del Ejército argentino, Ernesto Barreiro volvió a remover el pasado de este país con revelaciones sobre el lugar donde estarían enterrados 25 desaparecidos de la última dictadura militar argentina.
Las declaraciones de este ferviente anticomunista, líder de un grupo terrorista de ultraderecha y especialista en inteligencia militar causó conmoción entre los familiares de las víctimas y sorprendió a los jueces del Tribunal Oral Federal N 1, que le tomaba declaración en la audiencia 197 de este juicio que se desarrolla en la provincia de Córdoba, donde sólo ahí se investiga la desaparición de unos 400 opositores y detenidos políticos por el último régimen miliar (1976 y 1983).
Sus revelaciones llevan a la Ruta Provincial 5, en la zona de la localidad de Villa Ciudad de América, y en los hornos de la cantera “La Ochoa”, en el predio de La Perla, donde hace semanas ya se hallaron huesos y habrían sido enterrados unos 20 desaparecidos.
Extraditado de los Estados Unidos para declarar en el juicio que involucra a los represores comandados por el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, general Luciano Benjamín Menéndez Barreiro cobró notoriedad durante el levantamiento carapitada contra de Raúl Alfonsín, en 1987. Fue beneficiado por la llamada ley de Obediencia Debida, luego derogada por Néstor Kirchner.
Le mando mis saludos a todos los camaradas chilenos que han combatido contra el castrocomunismo, que quiso apoderarse de nuestro continente en los 70 y no han logrado su objetivo
Ernesto Barreiro
Al conversar con Canal 13, desde la prisión donde se aloja en Córdoba, Barreiro misterioso prometió más declaraciones, sembró sospechas sobre el gobierno kirchnerista y sobre el final de la entrevista hizo una singular declaración: “Le mando mis saludos a todos los camaradas chilenos que han combatido contra el castrocomunismo, que quiso apoderarse de nuestro continente en los 70 y no han logrado su objetivo. Y yo, al margen de las vicisitudes de la guerra,me gratifico de haber evitado que Argentina fuera Cuba”.
¿Por qué salió a decir lo que dijo?
Le cuento lo que pasó en el juicio. Nosotros tenemos un equipo en nuestra defensa. Las causas son 26 y los archivos digitalizados son miles y miles de fojas de manera que hubo un esfuerzo sobrehumano. En los archivos, hay cantidad de información que no ha sido explotada. La investigación que llevó adelante la organización que inició la querella llevaba la investigación en distintas direcciones. Por alguna razón que desconozco, esa investigación fue desviando hacia otra que quedó a cargo de la fiscalía. Y a todas luces quedó como una investigación arbitraria que no favorece a nadie. Y lo que es peor: tampoco a los familiares de las víctimas.
De lo que usted ha dicho, ¿qué no se ha contado?
Una investigación está dirigida a los lugares de enterramiento y entonces se trabajó sobre Los Hornos… Pero violentamente, se dirigieron a otros lugares que no llegaron a nada. Nosotros haciendo trabajo de inteligencia pudimos determinar que ese es uno de los lugares probables de los enterramientos. Tenían pistas de ello. Yo no soy testigo ni vi absolutamente nada. Hace dos meses, encontraron restos allá. ¿Me comprende? En otro, voy a volver a hablar de cómo se encontraron esos restos porque la versión oficial es mentira.
¿En qué mienten?
En que no fueron encontrados por el Equipo de Antropología (Forense). Es una operación política destinada a decir que encontraron restos que dejaron los genocidas. Pero dejaron algo muy importante. En Córdoba, hay unos 300 y tanto desaparecidos. Y usted con eso provoca una gran incertidumbre de todos los familiares. A nosotros, ese dato nos impulsó a trabajar sobre fechas, víctimas. Y a decir, “es posible que lo encontrado hace dos meses en los hornos, pertenezcan a tal y tal persona”.
¿Usted está afirmando que el Gobierno de Cristina Kirchner está manipulando la manera en que se muestran los hallazgos de desaparecidos con un fin político?
El Gobierno no quiere que se sepa la verdad completa. Quiere que sólo se hable de lo que hicieron los militares, no de lo que hicieron las organizaciones guerrilleras. Lo que estoy deseando es que se abra bien el debate sobre todo lo que ocurrió en los 70. Pero no conviene que se hable. Muchas gente de esas organizaciones está en el gobierno hoy. ¿Por qué en vez de ponerse contento por lo que decimos y estimularnos a ver qué más se puede decir nos saltan a la yugular y dicen que es todo mentira?
El Gobierno no quiere que se sepa la verdad completa. Quiere que sólo se hable de lo que hicieron los militares, no de lo que hicieron las organizaciones guerriller
Lo que advierten es que usted está haciendo una operación y buscando una reducción de la condena
Le comento algo y ahora no puedo decirle los fundamentos. A mí esto no me perjudica ni beneficia en nada. Algún día va a saber por qué. Acá ha muerto mucha gente. Por edad. Pero hubo tres suicidios en mi unidad. Cargan todas las culpas de todo lo que es un disparate total.
Los lugares que usted señaló como posibles sitios de enterramientos no han dado resultado positivo.
¿Pero ustedes que esperaban? ¿Que iban a encontrar cuatro momias? El procedimiento. Los cadáveres fueron enterrados bajo toneladas de tierra. Incluso el trabajo que están haciendo estos antropólogos en ese lugar es una cosa impresionante, porque son toneladas y toneladas de tierra que hay que remover. Nosotros lo que dijimos es que es un lugar probable.
Usted dijo que el general Cristino Nicolaides (ya fallecido en Córdoba) ordenó destruir archivos de desaparecidos. ¿Dice un pacto de generales para mantener silencio?
Lo ha habido desde siempre. Lo hubo en el 83 y a espaldas de Raúl Alfonsín. El fue muy claro en su determinación. “Yo quiero que se juzgue a los máximos responsables de lo que ocurrió en Argentina”. Yo maldigo a Nicolaides por ordenar que se destruyera la documentación sobre la acción militar contra la subversión. Está toda quemada. Al hacer eso nos ha privado de pruebas importantísima para defendernos.
¿Recibió orden de matar presos políticos?
El destacamento de inteligencia nunca recibió ninguna orden de esa naturaleza, y nunca estuvo a cargo de La Perla. Otra ficción desde el punto de vista mediático.
¿Qué información tiene sobre la relación entre los militares los argentinos y los chilenos?
Yo tenía veintitants años y un grado muy bajo. No entraba dentro de mis atribuciones, no tenía ni idea.
