Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertaron que entre el 1 de enero y el 8 de febrero de este año se registraron 147 casos de sarampión en cuatro países de las Américas, por lo que llamó a la vigilancia en los países miembros.
Del total de los casos, 121 de ellos se detectaron en Estados Unidos, vinculados principalmente a un brote que empezó en diciembre pasado en Disneylandia, en California.
Un solo caso en México también se vinculó a ese brote. De los restantes casos, 4 tuvieron lugar en Canadá y 21 en Brasil. Los casos en Brasil forman parte de un brote más grande que comenzó a principios de 2013 y que ha enfermado a más de 700 personas en 31 municipios.
"Los brotes recientes son motivo de preocupación porque indican brechas en la inmunización que podrían permitir que el sarampión y otras enfermedades prevenibles mediante vacunación se afianzaran nuevamente y empiecen a propagarse en nuestro hemisferio", advirtió Cuauhtemoc Ruiz, jefe del Programa de Inmunizaciones de la OMS.
Casos importados
El sarampión se considera eliminado de las Américas desde 2002 debido a la ausencia de transmisión endémica de la enfermedad.
Pero la erradicación del virus en la región, “se enfrenta actualmente a grandes desafíos debido a las varias y continuas importaciones de casos”, indicó la OMS en su alerta epidemiológica.
Los especialistas explican que en cuanto a los brotes recientes en los Estados Unidos y Brasil, estos se generaron a partir de –precisamente- casos importados y sugieren que las tasas de inmunización en algunas áreas han descendido por debajo de los niveles necesarios para prevenir la propagación de la enfermedad en las Américas.
La vacuna contra el sarampión se ha utilizado durante más de 50 años y ha probado ser segura y eficaz. A nivel mundial, evitó unas 15,6 millones de muertes entre 2000 y 2013.
Las recomendaciones
En vista de los brotes recientes, la OMS insta también a las autoridades de salud de sus países miembros a:
1. Mantener altos niveles de cobertura de vacunación a nivel nacional y local.
2. Aconsejar a los viajeros que van a las regiones que tienen circulación de sarampión a estar al día con sus vacunas contra el sarampión (esta no se aplica a los menores de seis meses, quienes no deben vacunarse).
3. Informar a los viajeros de los síntomas del sarampión y lo que deben hacer si sospechan que tienen la enfermedad.
4. Requerir prueba de la inmunidad de sarampión a los trabajadores del sector de la salud (incluido personal médico, administrativo y de seguridad) y recomendar que el personal de las áreas de turismo y transporte sea inmunizado.
5. Sensibilizar al personal de salud del sector privado sobre la necesidad de notificar de inmediato cualquier presunto caso.
6. Si se detectan casos importados de sarampión, realizar la búsqueda de contactos y, según la historia de viaje, informar a las autoridades sanitarias en el exterior acerca de la posible ubicación de los contactos en sus países.