Especialistas y voluntarios lograron devolver al mar 150 ballenas piloto que quedaron varadas en la arena de Bahía Golden, en la Isla Sur de Nueva Zelanda. Sin embargo, 50 ejemplares murieron.
De acuerdo a la información entregada por Radio New Zealand, el grupo de cetáceos liberados aún debe nadar hacia mar adentro, para lo cual se espera que la marea ayude a su traslado, según explicó el vocero del Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda, Mike Ogle.
Cabe destacar que decenas de ballenas quedan varadas anualmente en una zona arenosa conocida como Farewell Spit, en el país oceánico, cuyas aguas componen la ruta que hace esta especie cuando abandonan la Antártida y cuando regresan en septiembre.
La ballena piloto, o Calderón común, es un ejemplar robusto que puede medir entre seis y siete metros de longitud.