En cuatro meses las protestas han sido múltiples. Y este lunes los padres de los 42 estudiantes desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado esperan una de las mayores: una "mega-marcha" por las calles de Ciudad de México para exigir el regreso de sus seres queridos.
"Nosotros creemos que va a haber mucha más de la gente de la que pobló el 20 de noviembre", asegura a BBC Mundo Felipe de la Cruz, vocero de las familias de los estudiantes. Ese jueves, decenas de miles de personas marcharon por el Distrito Federal y otras ciudades de México y el extranjero, bajo la mirada expectante de medios nacionales e internacionales.
Tanto entonces, como ahora, la exigencia era la misma: que los estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa regresen con vida.
Diferente
Pero entre ese jueves de 2014 y este lunes de 2015 hay una diferencia: los restos de Alexander Mora Venancio, uno de los jóvenes desaparecidos, fueron identificados sin ninguna sombra de duda por los laboratorios de la Universidad austríaca de Innsbruck.
Esto parece corroborar la versión entregada por el gobierno: que los estudiantes fueron ejecutados el mismo día de su secuestro por sicarios del cartel de los Guerreros Unidos y sus restos incinerados en el basurero municipal de Cocula.
Sin embargo, los padres se niegan a aceptar esta versión. Reconocen la muerte de Alexander Mora porque hay evidencia científica, pero todavía exigen el regreso de los 42 jóvenes restantes.
¿Por qué esa desconfianza radical ante lo que dice el gobierno? Responde Felipe de la Cruz:
"Porque hay muchas evidencia de incongruencia, en el sentido de que el día que supuestamente los mataron y los quemaron estuvo muy lluvioso. No hay señas de la fogata que ellos manifiestan.
"Por otro lado, el quemar a tantas personas en un solo lugar, debería haber mucho combustible para poderlos hacer. Mucha madera o miles de llantas", dijo a BBC Mundo. Agrega que, por eso, exigen la identificación de cada uno de los muchachos para aceptar que fueron asesinados.
Confesiones
Eso bien puede no ser posible: el pasado 20 de enero, la Procuraduría de la República de México anunció que no había sido posible realizar un perfil genético a los otros restos enviados a la universidad austríaca. Ahora en Innsbruck harán otra prueba más avanzada que puede lograr alguna identificación, pero también consumir los restos sin que proporcionen la identidad genética.
La Procuraduría cuenta además con las confesiones de al menos tres personas que han aceptado haber participado directamente en el asesinato de los estudiantes y la posterior incineración de los cuerpos.
Este fin de semana, el diario Milenio publicó las declaraciones de Felipe Rodríguez Salgado, alias "El Cepillo", la última persona detenida por los hechos. Según Milenio, Rodríguez Salgado confesó que él y otros cuatro sicarios habían asesinado "a unos 15" normalistas y que otros 25 ya habían muerto "por asfixia", al ser amontonados uno sobre otro en camionetas.
Sin embargo, los padres dijeron que no creen la confesión del sicario.
Estrategia
La de este lunes es al menos la cuarta gran marcha que organizan los familiares de los jóvenes y quienes los respaldan. Algunos analistas creen que el interés de los mexicanos por este caso parece estar disminuyendo. Pero el vocero de los padres no lo ve así.
"No, simplemente son los medios cooptados por el gobierno que han tratado de marcar esa situación". Agrega que en las calles siguen viendo un gran apoyo. Sin embargo, mantener una campaña de estas dimensiones a lo largo de los meses requiere mucho esfuerzo. ¿Tienen una estrategia para hacerlo?
"Se están planeando varias actividades, no podemos quedarnos quietos porque eso es precisamente lo que quiere este gobierno: que esto quede en el olvido", le dice a BBC Mundo Felipe de la Cruz. Aunque dice que se reserva por el momento cuáles son, una de ellas parece ser realizar visitas a todos los cuarteles militares del país y asegurarse de que los estudiantes no están o han estado allí.
Esa decisión ya ha provocado enfrentamientos en Guerrero, cuando trataron de ingresar al cuartel de Iguala. Después, el gobierno federal aceptó que visiten ese lugar, pero los familiares insisten en que desean ingresar a los de todo el país. Y dicen que empezarán a hacerlo después de la marcha de este lunes.
Política
La desaparición de los 43 jóvenes se convirtió en la peor crisis que ha enfrentado el gobierno de Enrique Peña Nieto. No sólo del gobierno: la izquierda también ha resultado seriamente golpeada.
Pero, como le dice a BBC Mundo el analista Jorge Alcocer, "esta es una crisis no solamente de la izquierda, sino de la política, del sistema de partidos y de representación". Ante una crisis política de tales dimensiones, ¿han pensado los familiares de los jóvenes desaparecidos en convertir su campaña en un movimiento político?
"No, nosotros sólo buscamos a los 43. Cuando nos los entreguen, desaparecemos del escenario", aclara el vocero.
Dice que tampoco han recibido propuestas en este sentido. "No, porque tampoco lo permitimos. Eso es distraernos de nuestro objetivo, que es encontrarlos".