Meryl Streep saltó de su asiento y Jennifer López aplaudió eufórica.
No, no habían ganado el Oscar, pero Patricia Arquette, que sí recibió la estatuilla como mejor actriz de reparto, dedicaba el premio a crear conciencia sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres. Y hacía un llamado:
"A todas las mujeres que han dado a luz, a todos los contribuyentes y ciudadanos de esta nación, hemos peleado por la igualdad de derechos de todos", decía en su discurso tras ganar el Oscar por su papel de madre divorciada y sostenedora en la cinta "Boyhood". "Llegó la hora de una igualdad salarial de una vez por todas y de la igualdad de derechos para las mujeres de Estados Unidos", increpó la actriz.
Su llamado de atención no fue sobre "las mujeres" en general, sino sobre las que "alguna vez han dado a luz". ¿Por qué?
El "impuesto maternidad"
Según las cifras más recientes del Departamento del Trabajo de EE.UU., las mujeres en este país ganan 82 centavos por cada dólar que ganan los hombres. Pero al desglosarlas por maternidad, las cifras se transforman.
"La brecha salarial de género más estrecha se encuentra entre hombres y mujeres que no están casados. Las mujeres que nunca se han casado ganan 96 centavos por cada dólar que gana un hombre no casado", asegura el estudio "The fatherhood bonus and the motherhood penalty" ("El bono a la paternidad y la sanción a la maternidad), realizado por Michelle J Budig.
Las mujeres sin hijos (incluyendo casadas y solteras) ganan 93 centavos por cada dólar que gana un hombre sin hijos, según el desglose de Budig de las cifras obtenidas en 2012 del Departamento del Trabajo estadounidense.
Sin embargo, las madres ganan menos.
Según el análisis de Budig, comparando trabajadores de tiempo completo, las madres casadas con al menos un hijo menor de 18 años ganan 76 centavos por cada dólar que ganan sus pares masculinos.
"Estas cifras muestran que las madres de niños menores experimentan las brechas salariales más amplias", asegura el estudio.
Pero la inequidad que denunció Arquette en la gala de los Oscar no está reducido a las fronteras de EE.UU.
Según un estudio realizado por el Grupo de Género y Desarrollo del Banco Mundial (PRMGE, según sus siglas en inglés) junto con el Estudio de Ingresos de Luxemburgo (LIS), basado en información de 20 países de "ingresos altos" y seis de "ingresos medios", la diferencia de ingresos entre géneros se incrementa en mujeres que tienen niños pequeños.
La investigación arroja que las mujeres que tienen niños menores de seis años tienen una brecha mayor que las que no tienen hijos.
En términos de ingresos, "la 'sanción por maternidad' es grande y probablemente mayor que la de género", asegura el estudio.
Latinoamérica en la mira
En los países latinoamericanos estudiados por el PRMGE (Brasil, Colombia, Guatemala, México, Perú y Uruguay), la discrepancia entre la brecha salarial de género para madres de niños pequeños y la brecha salarial para otras mujeres tiende a ser "especialmente grande", explica el documento.
La maternidad es un factor determinante a la hora de conservar tu puesto laboral y obtener ascensos
Si bien en Latinoamérica no hay estudios cuantitativos específicos sobre la correlación entre maternidad y brecha salarial en la región, "la maternidad es un factor determinante a la hora de conservar tu puesto laboral y obtener ascensos", le dice a BBC Mundo Laura Albornoz, abogada experta en temas de paridad y exministra del Servicio Nacional de la Mujer en Chile.
Según la abogada, en Latinoamérica opera un estereotipo de género con una segregación muy marcada de que la mujer tiene su foco de atención prioritario en los asuntos familiares, lo que impide la evolución de sus carreras, es decir, el acceso a puestos con mejores salarios.
"Los empleadores tienden en invertir menos en la capacitación de sus empleadas mujeres, como anticipación de que se van a ir. En el caso de Latinoamérica se manifiesta con tasas de participación laboral más baja y menores salarios", le explica a BBC Mundo Elia De la Cruz, doctora de la Universidad de Columbia e investigadora en mercado laboral y género.
La brecha en la región es permeable también a la variable socioeconómica. En México, por ejemplo, los estratos de los extremos -bajo y alto- "las diferencias se hacen más grandes", asegura De la Cruz.
En Chile a mayor poder adquisitivo, mayor es la brecha salarial de género. Las mujeres chilenas ganan en promedio por hora un 19,4% menos que los hombres, cifra que se dispara a 32,6% en el estrato socioeconómico alto, según el libro "Estratificación social en América Latina: retos de cohesión social", de Clarisa Hardy.
Esto, según Albornoz, radica en que la dificultad que tienen las mujeres de optar a puestos gerenciales o de primera línea.
"Las que ya llegan ahí son mujeres que tienden a comportarse más como hombres. No tienen hijos, trabajan más, fueron más agresivas negociando salarios", coincide De la Cruz.
Albornoz pone un ejemplo cercano. Es la única directora mujer de la gigante cuprífera Codelco, la principal empresa estatal chilena.
"Cuando le pregunto a los ejecutivos por qué no contratan más mujeres me responden: porque tienen familia. Yo les digo: '¡Pero ustedes también!’ y me responden: 'No es lo mismo'", le cuenta Albornoz a BBC Mundo.