Dueño de arma con que murió Nisman: él "no confiaba" en la guardia
Este miércoles Diego Lagomarsino, funcionario de confianza del fiscal Alberto Nisman, habló por primera vez tras la muerte del fiscal, quien poco antes de fallecer le habría confesado que ya no confiaba "ni siquiera en la custodia".
Lagomarsino ha sido el único imputado tras el caso, por haberle prestado el arma calibre 22 que mató al fiscal que investigaba el caso AMIA.
"No estoy bien", dijo al comenzar su primera conferencia de prensa en Buenos Aires, acompañado de su abogado, Maximiliano Rusconi, quien defendiera al ex presidente argentino Carlos Menem en la causa por el contrabando de armas a Ecuador y Croacia.
Según Lagormasino, el fiscal temía por la seguridad de sus dos hijas, de 7 y 15 años, que en ese momento estaban de vacaciones en España. Esa habría sido la razón principal para pedirle el arma.
"¿Tenés un arma? Tengo miedo por las chicas. ¿Vos sabés lo que es que tus hijas no quieran estar con vos porque tienen miedo?'", habría dicho Nisman según Lagomarsino. "Le respondí: mirá es un arma vieja, es una 22", parafraseando el diálogo que habrían mantenido el sábado cuando Nisman le pidió la pistola prestada.
Según su versión, Nisman le dijo que quería un arma para "llevar en la guantera por si viene algún loquito. Es un arma que realmente fallaba. Y me dijo, ¿el único favor que te pido y no me lo hacés?'", recordó.