Carlos Larraín lamenta reforma electoral y dice que se "avecina un terremoto institucional"
El ex senador y ex presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, cuestionó duramente la aprobación de la reforma al sistema binominal, luego de la votación del Senado de esta semana.
Por medio de una carta en El Mercurio, Larraín apuntó primero a la senadora Lily Pérez, diciendo que ella no pertenece a la derecha “ni mental ni jurídicamente”.
"Curiosamente fundó el voto decisivo para aprobar la ley que corrompe el sistema electoral y de partidos en que ‘no la tomaron en cuenta desde la Alianza’ siendo que ha recivido siempre una inmerecida consideración hasta el día de hoy, en que integra la comisión de DDHH por concesión de la UDI", afirmó.
A su juicio, "lo más triste es que la ley de elecciones no se reformó cuando la relación de fuerzas era mejor y se había logrado un acuerdo entre RNy la DC, que mejoraba la representación de las zonas más pobladas y se le daba también representación senatorial a la región de Arica, sin acarrear el terremoto institucional que se avecina".
"Este proyecto arduamente trabajado por la DC y RN, y luego suscrito y reforzado por todos los comités parlamentariosde la Concertación, fue aparatosamente vetado por la UDI y por el gobierno de Piñera, con argumentos torpes", argumentó.
A la vez, hizo hincapié en que "este mismo proyecto se usó el miércoles (con los votos UDI) como medio para impedir el dramático desenlace que la nueva ley traerá: atomización de los partidos (salvo los ultraideológicos); subsidio estatal para cualquier proyecto individual y caprichoso; a lo menos 20 diputados de diferencia adicionales para la Nueva Mayoría y seis a ocho senadores".
"Con esto conseguirán los dos tercios necesarios para reformar la Constitución, también a gusto y medida de la izquierda, sin recurrir a la azarosa constituyente", dijo.
En esa línea, comentó que "sería bueno que los responsables asuman lo ocurrido y por ocurrir".
El ex dirigente aseveró que "en realidad, el ‘cuasi suicidio’ tuvo lugar cuando la derecha estaba en el gobierno y tenía muchas cartas en la mano".
"El paso siguiente es conducir la reforma constitucional con los nuevos jugadores, fácilmente manejables, que resultarán del nuevo cuadro electoral. Esta operación será la llave de entrada al poder para quien al menos ‘suene’ menos extremoso y mejor sintonice con unelectorado lábil, llamado a resolver falsos dilemas con una propaganda machacona", añadió.