El sacerdote jesuita Pedro Labrín, acompañante de la Pastoral de la Diversidad Sexual (PADIS), conversó en Tele13 Radio sobre los objetivos de la entidad y cómo ha sido la posición de la Iglesia frente al tema.
El religioso comentó que "es un camino y hay que ir creando soluciones nuevas. Las búsquedas no están exentas de fricciones, pero ha habido una opción tan radical de transparencia desde el comienzo que es algo en lo cual no hemos tranzado".
"Quienes inspiraron el nacimiento de la pastoral de la diversidad sexual vivían con tal desagrado el anonimato, el ocultamiento, que nos contagiaron de no estar dispuestos a vivir de espaldas a la verdad. Eso significó diálogo con nuestros superiores religiosos. En general hemos encontrado apoyo", dijo.
"Las personas que llegan a compartir con nosotros tienen un punto en común: La experiencia de la fe y una que ha sido vivida con dolor. Es el hombre o mujer creyente que han desarrollado una maduración religiosa en una comunidad, pero que al momento de enfrentarse al reconocimiento de su orientación sexual experimentan el desajuste. Eso se da porque lo que ellos son no lo ven reflejados en las enseñanzas o no lo pueden expresar públicamente en la comunidad cristiana", complementó.
En este sentido, agregó que "encuentran en PADIS un espacio donde lo que son puede ser vivido delante de dios, de los otros, en una comunidad visible que no impone la negación".
Otro tema abordado fue la posibilidad de que la iglesia acepte el matrimonio igualitario. Sobre eso, Pedro Labrín señaló que "hay que distinguir, la sociedad laica tiene todo el derecho a establecer las instituciones que la misma democracia y la búsqueda del bien común vaya proponiendo, para dar respuestas a las realidades de las personas que componen una determinada sociedad. Ahora, eso es distinto de la concepción sacramental que la Iglesia Católica tiene y sostiene, que no puede cambiarla por si misma ni por variación cultural".
"La definición del matrimonio sacramental es entre un hombre y una mujer, resulta impensable pensar en una evolución, quizás me quedo corto. Pero eso no significa que no deben haber otras expresiones u otras instituciones cristianas que respondan a la realidad de los homosexuales", finalizó.
