Isaac Givovich, yerno de Joaquín Lavín, hizo un crudo relato de los abusos sexuales por parte del hermano marista Adolfo Fuentes y aseguró que “este podría ser el caso más grande de Latinoamérica de abuso sexual eclesiástico que existe y quizás en el mundo”.
“A los seis años sufrí el primer abuso sexual por Adolfo Fuentes, quien me obligó a hacerle sexo oral; esto se hizo reiterativo hasta los 9 años. A los 7 años sufro la primera violación”, relató en Tele13 Radio.
“Fui abusado en nombre de Dios. Había todo un ritual detrás del abuso, es un patrón de conducta presente en todos los hermanos maristas que han sido implicados en los casos. Es un ritual de ofrecimiento, donde tú eres un elegido y debes agradecer eso. Se hacía una oración previamente y posteriormente se agradecía. Y tu abusador agradecía a Dios haber pasado ese momento”, señala.
Si bien no dio cifras sobre la cantidad de abusados, señaló que “más allá del número, lo que nos va pasando es que cada vez que hablamos van apareciendo más casos”. Aseguró, además, que han recogido testimonios de adultos e incluso personas que hoy pertenecen a la tercera edad, que también aseguran haber sido víctimas de abusos.
“Supera lo que nos imaginamos”, reconoce Givovich.
Este jueves Givovich dio cuenta de una carta que recibió por parte de la Congregación, quienes le pidieron perdón. Una situación “inédita en la iglesia mundial; por el contenido, porque reconoce y asume responsabilidades, no solo sobre lo mío; y repara en el sentido de que te ofrece acompañamiento en tu dolor hoy”.
Junto con eso, señala que “la congregación reconoce que hay involucrados 10 religiosos, de los cuales cinco están muertos. Número que se ampliará la próxima semana con la presentación de la querella, porque hay más de 10”.
Por otro lado, y en relación a las investigaciones, señala que no desconfían de la investigación canónica, pero sí se ve contrario a que la organización marista sea quien sancione.
“Queremos que se forme una comisión y que el vaticano tome cartas en el asunto. O forman una comisión nueva donde haya una investigación más amplia, que no esté a cargo de los maristas; o se siga con la investigación actual, pero que el informe o las sanciones deba ser resuelta por el vaticano”, concluyó.
