El ministro del Trabajo y Previsión Social, Nicolás Monckeberg, conversó en Tele13 Radio sobre la iniciativa de la sala cuna universal, una de las medidas que presentó ese miércoles el Presidente Sebastián Piñera en su Agenda de Género.
Al respecto, dijo que se trata de una iniciativa que se implementará mediante "un sistema que no discrimine a las mujeres y con eso crear un incentivo y romper las barreas que hoy están dividiendo la mayor incorporación de la mujer en el mercado laboral”.
El ministro explicó que la medida pretende es “que el derecho a sala cuna del hijo de menos dos años del trabajador y la trabajadora sea un derecho universal y que no dependa del sexo del padre o de la madre y que por lo tanto todo hijo menor de dos años tenga derecho a sala”.
De esa forma, el único que requisito que existiría para ejercer al derecho es que “la madre este trabajando, porque si no está trabajando uno asume que va a estar cuidando a su hijo”.
“Hay muchas normas en el código del trabajo que terminan siendo una mochila para las mujeres a la hora de buscar trabajo, encontrarlo y permanecer en él”, agregó el ministro.
El Código del Trabajo establece que es obligación de las empresas financiar las salas de cuna si tienen más de 20 trabajadoras. Monckeberg, explicó que a pesar de la norma puede parecer “positiva y loable”, es “muy discriminatoria, porque “muchas empresas terminan contando hasta la trabajadora 19 y no contratan más”.
¿Cómo se financiará?
El titular del trabajo aclaró que todavía se encuentran viendo los detalles sobre las posibles formas de financiamiento. Y agregó que “efectivamente es caro, es un esfuerzo importante para el Estado, para las empresas, pero creo que vale la pena abordarlo de una vez por todas”.
No obstante, el gobierno está en una etapa de decidir fórmulas de financiamiento.
Una de ellas es, “bajar la cotización del seguro solidario de desempleo, porque ese es un seguro que está sobreestimado en términos de uso (…) es una nueva alternativa que puede estar evaluándose”, explicó.
“También existe la posibilidad de hacer más solidario el financiamiento por parte del Estado y las empresas”, continuó.
Y finalmente, la idea de un financiamiento tripartito, entre el Estado, el empleador y los o las trabajadoras. “Se ha planteado una fórmula de esa naturaleza, se están evaluando los pro y los contra”, concluyó.
