Perú se ha dividido por el indulto humanitario que le concedió el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) al autócrata Alberto Fujimori, quien cumplía una pena de 25 años en la cárcel. La movida sucede a solo días de que el mandatario se librara de la destitución en el Congreso por solo 10 votos imprevistos del fujimorismo.

Pese a que el gobierno ha negado rotundamente el vínculo entre ambos hechos, la comunidad internacional ha criticado fuertemente la medida.

"(PPK) ha cometido un grave error. Porque al otorgarle el indulto a Fujimori lo que hace es romper con un principio básico del Estado de derecho y es que nadie puede recibir un tratamiento preferencial, todos debemos estar sujetos a las mismas reglas del juego", señaló en Tele13 Radio José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch (HRW).

Para Vivanco, lo que hace más crítica la situación es que "evidentemente se trató de un arreglo político en virtud del cual le perdonan la vida política a PPK, se interrumpe el proceso de juicio político, a cambio de la salida de Fujimori de la prisión.".

Además el director para las Américas de HRW señaló que "es probable que esto constituya pan para hoy y hambre para mañana" para el gobierno de PPK que se ha dividido tras el indulto. 

"Yo creo que esto va a generar inestabilidad política y es probable que PPK termine gobernando el Perú con el soporte fundamentalmente de los fujimoristas, que sabemos que de valores democráticos tienen poco", agregó.

Vivanco también se refirió a los dichos del ex candidato presidencial José Antonio Kast, quien aplaudió el indulto a Fujimori y lo tomó como ejemplo a seguir para los condenados por delitos de lesa humanidad en Chile que se encuentran en situaciones graves de salud.

Sin embargo, para Vivanco se trata de algo "absolutamente absurdo", ya que "se retrocede en materia de justicia y se avanza en impunidad, no se avanza en justicia".

"Las reglas deben ser generales para todos, teniendo en cuenta la gravedad de los delitos cometidos, pero con unas reglas que se discutan como normas abstractas generales, no tengo el más mínimo inconveniente y me parece que eso es lo debido en una sociedad democrática donde prima el estado de derecho", finalizó.

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