El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Alberto Salas, abordó las relaciones entre el empresariado y el Gobierno luego de que finalmente éste último confirmara la tramitación de un veto a la reforma laboral.

El veto propuesto por el Gobierno es en relación a las normas relativas a pactos de adaptabilidad en materia de jornadas pasivas y horas extraordinarias. Además, al nuevo quórum establecido para negociar. 

Consultado sobre cómo queda la influencia del Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, tras la determinación indicó que "la verdad es que uno tiene duda permanente del nivel de influencia de todos los ministros en este Gobierno".

En este sentido, ahondó en que en el Ejecutivo "hay muchos interlocutores muy buenos, pero creo que falta coordinación (...) Son escuchados por la Presidenta, hasta nosotros somos escuchados por ella".

El líder del gremio empresarial añadió que "el tema es cómo somos capaces de tener puntos de encuentro para poner acento en aquellas cosas relevantes. Lo relevante para nosotros es el crecimiento, si no crecemos no somos capaces de generar ningún espacio para reformas, ni para mejorar educación ni para dar más y mejores empleos".

En esta línea ahondó en que esa visión para algunas personas "a lo mejor no tiene la debida importancia o es mejor hacer otras cosas antes y después preocuparse del crecimiento".

Finalmente, Alberto Salas remató con que "la dificultad que tuvo el Gobierno fue poder plantear una solución consensuada entre ellos. No fueron capaces".

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