Vogue ha sido duramente criticada por la portada de su edición de agosto. La revista presentó a la gimnasta de renombre mundial Simone Biles en este nuevo número, sin embargo los seguidores y profesionales del mundo de la moda no quedaron contentos con el trabajo.

Lo anterior tanto por el estilo de las imágenes como por el hecho de que Biles fue fotografiada por Annie Leibovitz y no por un fotógrafo negro.

La sesión de fotos de la gimnasta se publicó hace algunos días en las redes sociales oficiales de la revista, y casi de inmediato las instantáneas fueron criticadas.

El malestar provino de un amplio espectro de voces, incluidos destacados fotógrafos y editores de fotografías, como la editora de imágenes del New York Times, Morrigan McCarthy y la fundadora de Black Women Photographers, Polly Irungu.

El consenso general entre los críticos parece ser que la iluminación perjudicó a Simone, ya que se eliminó el tono de su piel y que Vogue debería haber contratado a un fotógrafo negro, tanto desde un punto de vista ético como profesional, debido a que se habría entendido mejor cómo darle más brillo a una piel negra.

“Simone Biles se merece algo mejor que la mala iluminación de Leibovitz”, señaló en Twitter la periodista Britni Danielle poniendo como ejemplo la imagen usada para la portada de la revista en papel y otra de la sesión en la que ni la luz, ni la pose ni absolutamente nada parecen corresponderse con una atleta de este nivel y una reconocida fotógrafa.

Según detalla Insider, en 128 años de historia sólo un fotógrafo negro ha publicado en portada y los protagonistas negros de las portadas también son muy escasos

De hecho, a raíz del movimiento ‘Black Live Matters’, la directora de Vogue, Anna Wintour, reconoció que no habían sabido dar más tribuna a creadores negros.

 

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