Una tranquila parrillada familiar fue interrumpida en en la isla de Navidad en Australia, por una hora de cangrejos gigantes conocidos como “cangrejos ladrones” que se auto invitaron siguiendo el olor a la comida.
La familia describió el momento como “cosas de pesadillas”, pero los crustáceos son inofensivos a pesar de su tamaño y aspecto.
Según informan medios locales, estos cangrejos gigantes tienen un excelente olfato y se mueven rápidamente cuando perciben el aroma a comida.
La escena fue capturada en video por los testigos, que más allá de sentirse aterrorizados, disfrutaron del contacto con los animales, que husmearon con tranquilidad los alrededores y algunos intentaron hacerse con un bocadillo de la cena.