Las películas relacionadas a los tiburones y sus capacidades como grandes depredadores del mar, la mayoría de las veces asocian su poderío con la habilidad de oler sangre humana a kilómetros de distancia.
Diversos mitos se han construido ante esta idea, la cual no ha sido del todo comprobada por la ciencia. Es por ello que el youtuber y ex ingeniero de la NASA, Mark Rober, decidió poner a prueba esta teoría mediante un tenebroso experimento.
Mark se subió a un bote en medio del mar de las Bahamas y se rodeó de muchos tiburones. El primer paso fue intentar identificar si es que los peces lograban diferenciar la sangre de otras sustancias, por lo que dispuso de otros cuatro líquidos alrededor de la embarcación.
Estos fueron: agua de mar, aceite de pescado, orina y sangre de vaca. Dos litros de cada uno de ellos, ubicados a la misma distancia, se liberaron al mar gradualmente en un periodo de una hora. De ese modo, realizó un conteo de cuántos tiburones se acercaban a cada sustancia por separado.
Luego que pasara la hora de prueba, notaron que 4 tiburones se acercaron al aceite de pescado, ninguno al agua de mar y orina, mientras que la mayor cantidad se la llevó la sangre de vaca, con 41 tiburones.
Al tener este resultado, probaron con sangre humana. Dispusieron de dos dispostivos con esta sustancia, una con "goteo rápido" y otra con "goteo lento", y un tercero con agua de mar.
Para su sorpresa, ningún tiburón se acercó a alguno de estos dispositivos. De hecho, había muchos de estos peces rondando el área, pero todos quedaron ajenos a la sangre humana.
¿Mito derribado?
