Durante un emotivo homenaje al recientemente fallecido, cofundador de Studio Ghilbi, Isao Takahata, su amigo y director de cine japonés Hayao Miyazaki afirmó que le queda "poco tiempo".
En declaraciones que recoge el portal 20minutos Miyazaki dijo: "Siempre pensé que Takahata iba a vivir hasta los 95 años y cuando murió me quedé muy impresionado, ya que me di cuenta de que también a mí me queda poco tiempo", señaló durante la ceremonia de despedida del que fue su mentor, celebrada en el Museo Ghibli de Mitaka, al oeste de Tokio. Takahata murió el pasado 5 de abril a los 82 años.
Miyazaki hizo estas declaraciones ante medio centenar de periodistas, así como 1.200 asistentes, entre amigos, familiares, directores, actores de doblaje y productores, que acudieron al acto para dar su último adiós a Takahata, padre de clásicos como La tumba de las luciérnagas (1988) o Heidi (1974).
"Lo conocí en 1963 mientras estaba esperando el autobús: él tenía 27 años y yo apenas 22, me pareció una persona muy interesante e inteligente. Lo recuerdo como si fuera ayer", detalló el realizador japonés.
Juntos fundaron en 1985 el Studio Ghilbi, el estudio de animación más destacado de Japón y conocido por éxitos de Miyazaki como "El viaje de Chihiro" (2001), que fue ganadora del Oscar como mejor película de animación al año siguiente de su estreno.
Miyazaki no había hablado sobre la muerte de Takahata hasta ahora y rechazó también responder a cualquier pregunta tras la ceremonia.
Para homenajear al realizador usaron la canción Inochi no kioku (Recuerdos de una vida), compuesta por Joe Hisaishi para la última película de Takahata. El tema habla sobre la pérdida de una persona querida.
Miyazaki, de 77 años, había dicho que se retiraba del rubro a finales de 2013, pero el año pasado desveló que volvería a dirigir una película de animación para estrenarse en 2019.
"De que puedo morir a mitad de camino (de terminar el filme). Pero tengo el convencimiento firme de hacerlo (...) es mejor morir mientras estoy en ello que morir sin hacerlo", concluyó.