Por primera vez, y gracias al Satélite de Estudio de Exoplanetas en Tránsito (TESS), que busca planetas fuera del sistema solar, la NASA observó un agujero negro desgarrar una estrella, gracias al fenómeno llamada “fuerza de marea”.
La gravedad del agujero negro afecta de distinta manera a las diferentes partes de la estrella, ya que la parte que se encuentra más cercana a la singularidad es atraída con más fuerza que la parte más lejana de la estrella. Esta diferencia gravitacional desgarra la estrella, convirtiéndola en alimento para el agujero.
"Los datos de TESS nos permiten ver exactamente cuándo este evento destructivo, llamado ASASSN-19bt, comenzó a ser más brillante, lo que nunca habíamos podido hacer antes", dijo Thomas Holoien, miembro de Carnegie Fellow en los Observatorios Carnegie en Pasadena, California.
Un artículo que describe los hallazgos, dirigido por Holoien, se publicó en la edición del 27 de septiembre de 2019 de The Astrophysical Journal y ahora está disponible en línea.
El telescopio TESS es un cazador de planetas, que detecta cambios sutiles en la luminosidad de las estrellas, lo que puede significar que un planeta se cruza por delante del astro, tapando momentáneamente su brillo, esta herramienta permitió detectar el brillo de la estrella desgarrada, antes de ser engullida por el agujero negro.