Visto desde el cielo, un inmenso pájaro vuela cerca de las palabras "¡Ánimo Corea!", que lucha contra el coronavirus. Esta grulla destaca en los inmensos arrozales meridionales de Corea del Sur sembrados con diferentes variedades de arroz para crear obras de arte gigantescas.

Estos dibujos, invisibles desde el suelo, son fruto de un proyecto realizado por agricultores y niños cerca de la ciudad de Suncheon, a 320 kilómetros al sur de Seúl.

El fin del diseño de esta grulla y de una mariquita es promover la agricultura razonable ya que el uso de productos químicos ha tenido un efecto devastador en las poblaciones de insectos de la región.

Para proteger estas obras de arte de las aves que se comen el grano, se han instalado unos 500 espantapájaros, vestidos con la ropa tradicional coreana, conocida como 'hanbok'.

Este proyecto ha llevado meses de preparación, explica Hyun Young-soo, un agricultor de esta región de 63 años.

"Los alumnos de la escuela primaria y de la secundaria, miembros de diferentes asociaciones de la región, comerciantes y muchos otros han participado desde la siembra hasta el fin de la cosecha", agrega.

 

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