Durante años, los científicos han querido crear vehículos robóticos voladores del tamaño de insectos. La parte difícil ha sido construir algo que puede producir suficiente empuje mientras sigue siendo lo suficientemente liviano para volar, sin estar atado a una fuente de alimentación externa

Según informa la revista Nature, un grupo de investigadores ha encontrado un nuevo diseño. Con la mitad del peso de un sujetapapeles, 'RoboBee X-wing' ha logrado un vuelo sin ataduras utilizando celdas solares ultraligeras, alimentando los actuadores piezoeléctricos, a través de una placa de circuito desmontada.

El vehículo de 90 miligramos utiliza cuatro alas accionadas por dos actuadores piezoeléctricos reforzados con alúmina para aumentar la eficiencia aerodinámica

Los investigadores esperan que estos insectos-bots puedan maniobrar en espacios mucho más pequeños que los drones más grandes y convencionales, lo que podría ayudar en el monitoreo ambiental y de desastres.

 

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