Es una de las criaturas que le ha quitado el sueños a los navegantes durante siglos, dando paso a mitos y leyendas como el Kraken que surge de las profundidades del mar para arrasar con las embarcaciones más temibles del océano.
Una versión más realista apareció en las cosas de una playa de Britannia en Sudáfrica. Más realista pero igualmente gigantesca, ya que con sus cuatro metros y 200 kilos le aleja mucho de sus parientes que conocemos en pescaderías y restaurantes.
La criatura será diseccionada y estudiada por biólogos una vez que se levanten las restricciones por coronavirus, lo que ayudará a determinar la causa de su muerte, según lo informado por el Daily Mail. El calamar se conservará luego en alcohol etílico para su almacenamiento en la colección de un museo local.