No hace falta ser médico o un especialista para saber que los niños no deberían usar un teléfono celular, ni tampoco estar expuestos a pantallas durante periodos prolongados.
Un reciente estudio, publicado en The Journal of the American Medical Association Pediatrics, sostiene que los niños de un año expuestos a más de cuatro horas de pantalla al día experimentaron retrasos en el desarrollo de las habilidades de comunicación y resolución de problemas a los 2 y 4 años.
Pero, ¿es de ellos la responsabilidad? Por supuesto que no. No olvidemos que estos dispositivos fueron diseñados para ser utilizados por adultos y, lamentablemente, muchas veces este sentido común de saber que no se le debería facilitar un celular a un menor se ve sobrepasado por el “cansancio” o la “falta de energía” de los padres, entre otros factores.
Así lo explica a T13.cl la psicóloga de la Clínica Las Condes Virginia Piqué, especialista en terapia familiar y parejas. Y es que a raíz de la emersión del concepto ningufoneo, ignorar al otro por prestarle mayor atención al teléfono celular, la profesional estima que podríamos estar ante un hábito que se acentuará con los años.
“Si bien la orientación respecto de que este fenómeno se vaya acrecentando es muy cierta, pero creo que aquí la responsabilidad la tenemos nosotros. O sea, ¿quiénes somos los que le pasamos un teléfono celular a nuestros hijos a temprana edad? Los adultos”, enfatizó.
“Y digo adultos a cargo, no necesariamente los padres. A veces los tíos, los abuelos, etcétera. Uno ve que los niños hoy día a temprana edad, yo también lo he visto, niños de 2 años tienen un celular en la mano y lo saben, entre comillas, manejar. En estricto rigor no lo saben manejar, pero de repente papás cansados, que de repente no tienen la energía para brindarle a sus hijos, o la atención para brindarle a sus hijos, porque están conectados a otras cosas, les pasan el teléfono para que no interfieran, no perturben”, expuso la especialista.
La psicóloga es categórica al afirmar que “esto no va a cambiar si es que nosotros no generamos un cambio”.
“Los neurólogos han dicho hasta el cansancio, y hay varios documentos de distinta índole que dicen desde qué edad efectivamente es pertinente o es oportuno que un niño pueda tener acceso en general a todas estas pantallas, a todos estos elementos tecnológicos, que si tienen un buen uso pueden ser obviamente súper positivos, pero cuando se da un mal uso, cuando no hay un control o una regulación externa, en cuanto a tiempos, en cuanto a edades, efectivamente estamos generando nosotros una situación que se nos escapa de las manos”, advirtió.
Atención con los 5 principales efectos nocivos del uso de celular en niños:
- Desarrollo cerebral: como plantea el estudio citado en este artículo, la exposición excesiva a la radiación de las pantallas puede acelerar el crecimiento del cerebro en niños de entre 0 y 2 años, lo que se asocia con la función ejecutiva y déficit de atención, aumento de la impulsividad y falta de autocontrol (las denominadas pataletas).
- Déficit atencional: se desprende del anterior. Y es que el uso excesivo de los aparatos contribuye al déficit de atención, disminuye la concentración y afecta la memoria de los niños, principalmente por la velocidad de sus contenidos.
- Alteración del sueño: según un estudio de la Universidad de Londres, existe una relación entre el uso del celular por parte de niños de entre 6 meses y 3 años y una reducción en el tiempo que duermen. De acuerdo con la investigación, cada hora diaria que utilizan el celular reduce 26 minutos de sueño nocturno, debido a la luz azul que emiten los dispositivos que envía señales que alteran los ritmos naturales del sueño del cerebro.
- Exceso de radiación: la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica a los teléfonos celulares como un riesgo por la emisión de radiación. Los niños son más sensibles a estas emisiones y pueden absorber hasta tres veces más que los adultos.
- Obesidad infantil: el uso prolongado de un teléfono celular puede acarrear sedentarismo en los niños, del cual se desprenden otros problemas de salud; como diabetes, vasculares y cardiacos.