Se acerca el 31 de diciembre y con ello el comienzo de un nuevo año. Sin embargo, hay algo que muchos no saben sobre el último día de 2016. Este será será más largo que lo normal, ya que se añadirá un segundo extra a todos los relojes del mundo.
¿Por qué se produce este ajuste de horario?
El Servicio Internacional de Rotación de la Tierra y Sistemas de Referencia (Iers), detectó que la Tierra está girando más despacio de lo normal, lo que genera un desincronización entre el tiempo de rotación del planeta con los relojes atómicos, los cuales rigen el Tiempo Universal Coordinado (UTC).
El tiempo que indican estos últimos aparatos, que no está ligado al fenómeno astronómico, es el más preciso que se conoce, pero difiere en unas fracciones de segundo del tiempo marcado por la rotación del planeta. Por esta razón es que se decidió agregarle un segundo adicional a los relojes este 31 de diciembre.
El hecho ocurrirá según la medida UTC a las a las 23 horas, 59 minutos y 59 segundos, lo que en Chile equivale a las 21:59:59.
Cabe destacar que no es primera vez que la IERS decide sumar un segundo intercalar. Hasta ahora han sido 26 los segundos intercalares que se han aumentado desde que se propuso este sistema, en 1972. La última vez que ocurrió esto fue el 31 de diciembre del 2015.
¿Fallos informáticos?
Si bien la variación de un segundo, será casi imperceptible en el diario vivir de las personas, sí podría traer consecuencias en distintos sistemas informáticos.
Este ajuste de horario es un problema particular para compañías como Google, porque maneja protocolos que sincronizan los relojes con los sistemas operativos. Si bien, uno podría pensar que la solución más fácil es agregar un segundo más a sus relojes, en realidad está lejos de serlo.
La mayoría de los computadores y sistemas operativos no tienen la capacidad de asimilar un segundo más.
Según Mario Saavedra, CEO de la consultora de medios digitales y tradicionales “Samurai”: “Las máquinas no piensan, ellos se rigen por nuestra convención que dice que los minutos son de 60 y no de 61 segundos. Los servidores, máquinas, no entienden esto. Esta convención debe cambiarse”.
“La única solución y que es casi imposible que se lleve a cabo es que todos los grandes de la tecnología se pongan de acuerdo para fijar estándares de variación que no solo consideren el tiempo atómico, sino que también el astronómico”, agregó.
Las empresas deberían observar continuamente las variaciones de la rotación de la Tierra, para prepararse con antelación al cambio.“Mientras esto no suceda es inevitable que nos encontremos con caídas de servidores este 31 de diciembre”, recalcó el empresario digital..
Actualmente, hay muchos detractores de la modificación, entre los que se incluyen países como México, Alemania, Estados Unidos, Italia, Francia, Japón y Rusia.
Algunos alegan que el segundo intercalar altera sistemas de precisión utilizados para la navegación, las comunicaciones y incluso sistema financiero global. Además afirman que la la única razón por la que se mantiene la medida es por tradición.
Como medida alternativa la Unión Internacional de Telecomunicaciones propuso añadirle una hora a los relojes atómicos cada 600 años para evitar la desincronización.