Un extraño accidente le ocurrió a Caleb Bennet, adolescente de 14 años que recibió el golpe de un ancla en la cabeza mientras paseaba con sus amigos y familia en un yate, en Florida, Estados Unidos.

En marzo de este año Bennet se encontraba pescando cuando el ancla de su bote se deslizó desde la parte trasera y le golpeó la cabeza: ''El ancla se había alojado casi tres pulgadas (poco más de siete centímetros) en el lóbulo frontal derecho de Caleb, según informó su madre a WTPS.

Los padres de Caleb se encontraban celebrando su aniversario de bodas en Bahamas cuando recibieron la noticia. Cinco horas después pudieron ver a su hijo, que había sido sometido a un coma inducido para poder salvarlo.

''El canal de la herida donde el anclaje entró en su lóbulo frontal estaba tocando un vaso principal que alimenta todo el lado derecho de su cerebro", explicó su padre.

Parte del lóbulo frontal de Caleb fue removido para aliviar la hinchazón en su cerebro. Dos meses después del accidente, fue sometido a una nueva cirugía para colocar un implante en el lugar de su cabeza que quedo vacío.

Pese a que los médicos creían que nunca volvería a hablar, caminar o mover las extremidades, sin embargo, Caleb mostró mejorías a los 10 días después de llegar al hospital. "El médico dijo que no hay forma de evitarlo: este niño es un milagro andante", indicó el padre del adolescente.

Por el momento joven ha sufrido algunas convulsiones que son parte de los efectos secundarios que dejo la lesión cerebral y ya esta recibiendo tratamiento médico para controlarlas.

“No puedo creer que tuviera un ancla en mi cabeza", dijo Caleb Bennett.

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