Un equipo de científicos internacionales descubrió un planeta gigante con su núcleo expuesto desde uno de los observatorios del desierto de Atacama, según publicó este miércoles la revista Nature.
Se trata de el TOI-849b, un planeta inusual ubicado a 730 años luz de la Tierra. Según destaca también el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA), está dentro de lo que la astronomía conoce como “desierto neptuniano”, una zona muy cercana al sol donde la temperatura es muy alta y prácticamente no se encuentran planetas gaseosos, debido a que su atmósfera se evaporaría.
James Jenkins, astrónomo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, participó en el hallazgo, explicando que “encontramos un planeta extrasolar similar al tamaño a Neptuno, que probablemente fue el núcleo de un planeta gigante en el pasado, un núcleo expuesto”, agregando que es el primer mundo de este tipo en ser descubierto.
Posee un tamaño cuatro veces mayor que la Tierra y una masa 40 veces superior, con una densidad muy parecida al planeta que habitamos, por lo que “o bien tiene muy poca atmósfera o simplemente no tiene una, siendo así una bola gigante de roca”, agrega el astrónomo.
“Los modelos computacionales que utilizamos para explicar nuestro descubrimiento indican que este gigante de gas perdió su envoltura exterior, es decir, su atmósfera, dejando la cáscara rocosa que descubrimos. Lo anterior nos entrega la posibilidad de investigar más a fondo los detalles sobre los núcleos de los planetas gigantes de gas, algo que es difícil de hacer incluso en nuestro propio sistema solar”, detalla Jenkins sobre el hallazgo.
La señal del TOI-849b primero fue obtenida gracias al Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA, tras lo cual se realizaron mediciones fotométricas de seguimiento para confirmar su señal, clave también en la medición del radio del planeta.
Finalmente la confirmación, también la masa, fueron determinadas mediante un sofisticado instrumento llamado HARPS (Buscador de Planetas por Velocidad Radial de Alta Precisión en español), en el observatorio de La Silla, de la ESO, en la región de Coquimbo.
“TESS encontró la primera pista en octubre de 2018, posteriormente tomó un año obtener las mediciones de seguimiento para confirmar el planeta y medir su masa. Las pruebas adicionales y la redacción de nuestro trabajo significaron que todo el proceso ha llevado casi dos años”, afirmó Jenkins, asegurando que su equipo pretende continuar monitoreando este sistema en búsqueda de planetas adicionales.