La NASA lanzó con éxito el pasado  5 de abril, desde el Centro Espacial de Andoya en Noruega, el Experimento de cohetes de surgimiento de la zona aurora o la misión AZURE, sorprendiendo a los locales con un inédito espectáculo de color.

La misión AZURE está diseñada para realizar mediciones de la densidad atmosférica y su temperatura, con instrumentos instalados en  cohetes, desplegando trazadores de gas visibles, trimetil aluminio (TMA) y una mezcla de bario y estroncio, que se ionizan cuando se expone a la luz solar. Los vapores fueron liberados sobre el mar de Noruega a unos 240 kilómetros de altitud.

Las mezclas de gases crearon nubes coloridas que les permiten a los investigadores rastrear el flujo de partículas neutrales y cargadas con el viento auroral.

Uno de los testigos del experimento señaló que "dos puntos de color naranja se elevaron en el cielo y desaparecieron. Poco después aparecieron extrañas luces y coloridas nubes que se expandían", agregando que "parecía un ataque alienígena".

Al rastrear el movimiento de estas nubes coloridas a través de fotografías en tierra y triangular su posición momento a momento en tres dimensiones, AZURE proporcionará datos valiosos sobre el flujo vertical y horizontal de partículas en dos regiones clave de la ionosfera en un rango de diferentes altitudes.

AZURE es una de las nueve misiones que se llevan a cabo como parte de Grand Challenge Initiative (GCI) - Cusp, una serie de misiones internacionales de cohetes de sondeo que se lanzarán en 2018-2020.

 

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