Oxbotica, empresa fundada por profesores del Grupo de Robótica Móvil (MRG) de la Universidad de Oxford, ya está probando su último invento en las calles: Catapult, un auto eléctrico que se maneja solo, sin la necesidad de un conductor.
¿Cuál es el gran avance del vehículo? Tiene un sistema autónomo que no utiliza GPS y puede adaptarse a ambientes con peatones, a autopistas y caminos. El auto se traslada a solo 8 kilómetros por hora, puede detenerse cuando peatones cruzan frente suyo, movilizarse a través de túneles subterráneos y doblar en las esquinas.
Catapult ya comenzó a andar en las calles de Milton Keynes (un pueblo al norte de Londres) como parte de un proyecto gubernamental que pretende que estos vehículos circulen por las ciudades inglesas en 2020. Asimismo, los organizadores esperan que el próximo año ya se trasladen 40 vehículos de este tipo por el país.
“Si la gente puede ver que estos vehículos son capaces de manejar por sí solos, puede ganar confianza en ellos”, señaló Neil Fulton, director del programa gubernamental.
Pero ante la competencia que imponen otros proyectos de autos sin conductor (de empresas como Google y Uber), los desarrolladores de Catapult sueñan en grande. En Oxbotica pretenden que el sistema se expanda a cualquier vehículo con ruedas, incluyendo buses.