En lugar de esperar que los marcianos lleguen en platillos voladores, la Nasa tomó la iniciativa y está realizando las últimas pruebas del Desacelerador supersónico de baja densidad (DSBD). Este martes se realizó con éxito un test en California.
La prueba consistió en hacer girar la estructura, de 4,5 metros de ancho y más de 3 toneladas de peso, a unas 30 revoluciones por minuto. El objetivo era probar su equilibrio. El platillo cuenta con cohetes propulsores y un balón inflable como una rosquilla.
La agencia espacial estadounidense afirmó que en junio se realizará una de las pruebas finales en Kauai, Hawaii. En esa ocasión, un globo aerostático llevará al platillo a una altitud de 120.000 pies, unos 36 kilómetros.
Ahí, será soltado y encenderá su motor para elevarse a 180.000 pies, unos 55 kms, llegando a Mach 4, unos 4.900 kilómetros por hora. En ese viaje y con un aire muy raro se realizarán diferentes experimentos automáticos de dos tecnologías revolucionarias, según informó la Nasa.