Desde el mes de mayo, la cantante Taylor Swift comenzó a usar un nuevo reconocimiento facial para lograr identificar a sus acosadores entre el público asistente a uno de sus conciertos.
Así lo reveló la revista Rolling Stone, donde la intérprete de "Blank Space" contrató a la empresa de seguridad Oak View Group, quien se instaló cabinas con pantallas donde se exhibía parte del ensayo de la cantante.
Sin embargo, lo que fanáticos no sabían era que detrás de ellas había una cámara que tomaba imágenes de su rostro y las analizaba en un puesto de control.
Allí el equipo de seguridad responsable del evento cruzaba las imágenes con las de archivo de conocidos acosadores de la artista para poder dar con su ubicación.
A pesar de esta medida, se desconoce si la empresa logró identificar a uno ellos y si tomó medidas al respecto. Sin embargo, una acción así es legal debido a que los conciertos en Estados Unidos son privados por lo que los organizadores estan facultados para implementar una medida de vigilancia de este tipo.
En septiembre de este año, Eric Swarbrick recibió una orden de alejamiento luego que enviara numerosas cartas a Taylor Swift en las que la amenazaba con violarla y asesinarla y Mohammed Jaffar, condenado a seis meses de cárcel y cinco años de libertad condicional por robar en casa de la cantante.