El mundo del skateboard está sorprendido con la gran hazaña de un niño de 11 años en Brasil. Su nombre es Gui Khury, quien aprovechando el alto en las competencias por las medidas de resguardo por los contagios de coronavirus, logró un salto que la leyenda de la disciplina Tony Hawk alcanzó.

Confinado en un galpón habilitado con una rampla en el campo de su abuela en Curitiba, el joven skater logró un salto casi imposible: un giro de 1.080º, o sea, tres vueltas en el aire junto a un aterrizaje impecable.

Su destreza fue aplaudida mundialmente y otros, en cambio, lo han comparado con Tom Schaar, de 12 años, quien también logró un salto similar en 2012. Sin embargo, la diferencia está en el tipo de rampla. 

Schaar consiguió el salto al descender de una estructura de 21,3 metros, mucho más alta que la del brasileño, lo que le dio más velocidad e impulso para estar en el aire. 

En cambio, Khury lo hizo una de tipo "vert", que tiene dos paredes de 90 grados de inclinación y su centro es plano, algo nunca visto en este tipo de plataforma, por eso la importancia del su salto. 

El chico ya tiene un historial admirable en el skateboarding. Tony Hawk alcazó la fama mundial al realizar porprimera vez en 1999 un giro de 900 grados, es decir, dos vueltas y medias, a los 31 años. Gui Khury lo logró a los ocho años

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