Si el alto contenido de sal en el menú de las cadenas de comida rápida es un problema que puede generar graves daños a nuestra salud, la variación de este elemento dependiendo del país, merece especial atención.
Un estudio de la ONG Wash —Acción Mundial sobre la Sal y la Salud— evaluó la oferta infantil de comida que ofrecen estas firmas en 37 países del mundo, como Turquía, Honduras y el Reino Unidos, además de Chile.
Según la investigación, la cantidad de sal de los nuggets de pollo que se venden en nuestro país es casi el doble del producto en Gran Bretaña (0,91 gramos y 0,34 gramos, respectivamente).
Mientras que en Turquía, la cantidad de sal en los nuggets alcanza los 2,4 gramos, tres veces más que en Gran Bretaña.
"Esto es un problema de salud pública, porque la cantidad de pacientes hipertensos en edad adulta, sobre los 60 años, es del 30% o 40%, y está relacionado con el consumo excesivo de sal", dice el doctor Leonel López, cardiólogo de la Clínica Vespucio, a T13.cl.
Pero, ¿a qué podría deberse esta variación? "En los países más desarrollados hay un claro concepto de proteger y de restarle los factores de riesgo habituales (a la población)", agrega el doctor López.
Asimismo, el profesional expresa que los países del primer mundo tienen reglas muy rigurosas en cuanto a los alimentos que consume la población: "Esa es una gran brecha que tenemos con los países en desarrollo, donde la producción de alimentos están regidas por normas que se cumplen a medias y estamos expuestos a un sobreconsumo de sal. Cuanto más sal tiene, más se consume y eso se transforma en un círculo vicioso".
Si bien el consumo de sal en los niños sanos, sin problemas renales, no tiene un efecto inmediato, lo que está creando es un hábito alimenticio, que traerá problemas en el futuro cuando el niño crezca y esté acostumbrado a consumir altas cantidades de sodio.