A veces gritamos de emoción, otras de frustración y también para comunicarnos a medianas distancias, pero no se nos ocurriría afirmar que las plantas tienen la misma capacidad, pero un estudio indica que es justo lo que hacen cuando se sienten estresadas. 

Los investigadores colocaron micrófonos cerca de plantas de tomate y tabaco estresadas, los instrumentos captaron los chirridos ultrasónicos de los cultivos a unos 10 centímetros de distancia. Los ruidos cayeron dentro de un rango de 20 a 100 kilohercios, un volumen que podría “ser detectado por algunos organismos desde varios metros de distancia”, señalaron los autores. 

La idea de que “los sonidos que producen las plantas estresadas por la sequía podrían utilizarse en la agricultura de precisión parece factible si no es demasiado costoso configurar la grabación en una situación de campo”, Anne Visscher, miembro del Departamento de Biología Vegetal y Fúngica Comparativa en el Royal Botanic Gardens en el Reino Unido, dijo a New Scientist.

Según el estudio publicado en BioRxiv,  Las plantas de tomate estresadas por la sequía emitieron alrededor de 35 chirridos ultrasónicos por hora, en promedio, mientras que las que tenían tallos cortados produjeron alrededor de 25. Las plantas de tabaco estresadas por la sequía emitieron alrededor de 11 gritos por hora, y los cultivos cortados produjeron alrededor de 15 sonidos al mismo tiempo.

El equipo seleccionó características distintas en cada conjunto de sonidos y clasificó con éxito sus plantas en tres categorías: “seco, cortado o intacto”, y se espera que los agricultores puedan utilizar esa información para conocer de mejor manera el estado de sus cultivos. 

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