La mayoría de nosotros crecimos consumiendo alimentos que contenían una sustancia que hoy está considerada un ingrediente perjudicial para la salud: los ácidos grasos trans, o grasas trans.

Es en 2006 cuando los expertos comenzaron a crear conciencia en los consumidores sobre los riesgos de su consumo.

Las grasas trans son un tipo de grasa vegetal que al ser sometida a procesos industriales de hidrogenación se transforma del estado líquido al sólido.

Estos compuestos no tienen ningún valor nutritivo, pero la industria alimentaria las utiliza para extender el tiempo de caducidad de un producto y se encuentran principalmente en la comida rápida, los alimentos fritos, la margarina, los pasteles y las galletas.

Los estudios han revelado que, igual que las grasas saturadas, incrementan los niveles del llamado colesterol malo, el cual está vinculado al desarrollo de depósitos de grasa en las arterias que resulta en un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Ahora, la Agencia Alimentaria de Estados Unidos (FDA) anunció que prohibirá su uso de manera gradual en un período de tres años.

BBC Mundo habló con el médico internista, Jorge Loredo, especialista en medicina bariátrica (rama que estudia y trata a la persona con sobrepeso y obesidad), sobre los alimentos que todavía contienen este tipo de grasas.

1. Galletas saladas, dulces, pasteles congelados y otros alimentos horneados

Algunos alimentos se pueden sustituir por productos naturales o con menos grasa.

Estos productos generalmente contienen grasas trans -a las que se le agregan átomos de hidrógeno para hacerlo sólido- con la intención de hacerlas más ligeras y menos "aceitosas".

Sin embargo, los expertos aseguran que no son absolutamente necesarios ya que las grasas 'buenas' juegan el mismo papel, sólo que son más caras para la industria de los alimentos.

2. Palomitas de maíz para el microondas

Las grasas trans se usan para promover la textura y frescura de los alimentos.

Las grasas trans o sólidas se utilizan en estos productos a efectos de su conservación. Para sustituirlos, los médicos sugieren recurrir a la manera tradicional de preparación (con aceite líquido en casa).

"Mientras más líquida la grasa, menos manipulada, más natural. El aceite de oliva se puede usar y no es un trans", explica Loredo.

3. Pizzas y productos congelados

En 2006 se empezó a crear conciencia sobre los riesgos de las grasas trans.

Algunos productos congelados contienen grasas trans para prolongar su duración en el mercado. Los expertos sugieren iniciar la práctica de comprar los productos frescos y congelarlos en casa.

En caso contrario, Loredo asegura queya existen alimentos congelados que no las contienen.

"Hay compañías que venden papas fritas o snacks que ponen en su empaque que no han usado ningún tipo de trans en el alimento", explica.

4. Mantecas vegetales y margarinas en barra

Los ácidos grasos trans se han asociado a más riesgo de enfermedades del corazón.

 

Cambiar el aceite vegetal líquido en sólido requiere un cambio químico. Por ello,se recomienda que los consumidores usen mantequilla en lugar de margarina porque, según explica Loredo, aunque de origen animal es mejor metabolizada por el cuerpo.

"La margarina y otros tipos de grasa sólida definitivamente no se deben usar. Se puede sustituir con aceite de oliva", dice.

5. Cremas para café

A pesar de que también existen versiones de este producto sin grasa trans, los médicos insisten en que se pueden usar sustitutos menos dañiños.

"Se puede cambiar por leche natural, descremada o leche de soya", dice Loredo.

6. Glaseados listos para usar

Las grasas trans ya habían sido prohibidas en Dinamarca y en la ciudad de Nueva York.

Los glaseados "listos para usar" son utilizados usualmente en repostería y contienen grasas trans que los mantienen sólidos y estables por más tiempo a temperatura ambiente.

A pesar de que las empresas están buscando sustitutos que mantengan la consistencia, numerosos expertos aseguran que la mejor opción es hacer el glaseado en casa "desde cero", utilizando azúcar, mantequilla, leche y vainilla naturales.

Las etiquetas señalan la cantidad de grasas trans que contienen los alimentos.

Gracias a las etiquetas en vigor desde 2006, es posible saber la cantidad de grasas trans que contienen los alimentos empaquetados.

Sin embargo, los científicos piden estar atentos a los productos en los que las grasas trans no están especificadas, como los que se venden a granel, la pastelería y las papas fritas en los restaurantes.

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