Antes de que se ponga a llover, ¿tu abuela te dice que le duelen las rodillas? ¿Y nunca le creíste?

Pues no sólo hay razones científicas detrás de ese fenómeno, sino que existe una disciplina dedicada a estudiarlo: la biometeorología. Y cada vez está cobrando más importancia.

Aunque no es tan conocida como otras, las aplicaciones de la biometeorología son muy diversas, desde mejorar la productividad en la cría de ganado y de pollos hasta alertar a la población de una inminente ola de calor.

Todo, a través de estudiar el impacto que tienen el tiempo y el clima en la salud de todos los seres vivos.

¿Migrañas?

La Asociación Internacional de Biometeorología la describe como una ciencia interdisciplinar "que estudia las interacciones entre los procesos atmosféricos y los organismos vivos: plantas, animales y humanos" .

Abarca un sinnúmero de disciplinas científicas, desde la meteorología hasta biología, fisiología y más.

Una de las preguntas que han tratado de responder los biometeorológos, por ejemplo, es por qué mucha gente dice que sufre de migrañas o de dolores en las articulaciones con el cambio del tiempo.

Y por qué incluso hay personas que aseguran que pueden predecir cuándo va a llover precisamente por esos dolores.

Según algunos de los estudios, estos dolores podrían estar ligados a un aumento en el nivel de humedad, variaciones bruscas en la presión atmosférica (la presión que ejerce el peso del aire sobre la superficie de la tierra) y la mayor concentración de iones positivos (partículas eléctricas) en la atmósfera que ocurre antes de una tormenta.

Por ejemplo, un estudio publicado la Revista International de Biometeorología en 2013 mostró que una subida de temperatura de cinco grados provocaba un aumento en un 19% en las migrañas entre los participantes de un estudio en Alemania.

Si la temperatura bajaba, las migrañas también aumentaban en un 24%.

De forma similar, otro estudio, también publicado en la Revista Internacional de Biometeorología en 2015, halló que las ventas de Ioxoprofen (una medicina para el dolor de cabeza) aumentaban cuando la presión atmosférica bajaba y la humedad y las precipitaciones aumentaban.

Una ciencia que gana importancia

Desde que fuera fundada hace 60 años en la sede de la Unesco en París por el geólogo holandés S.W. Tromp, el metereólogo alemán H. Ungeheuer y varios fisiólogos, la Asociación Internacional de Biometeorología (AIB) cada vez cuenta con más miembros.

Mark D. Swartz, profesor especializado en climatología y fenología de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.) y presidente de la AIB, asegura que en la actualidad, "el estudio multidisciplinar es ampliamente reconocido como la principal forma de abordar los problemas medioambientales".

Swartz explicó que en una importante área de estudio dentro de la biometeorología es la fenología, que estudia el impacto de factores ambientales, como la temperatura, en los ciclos vitales de las plantas y los animales.

"El cambio climático, por ejemplo, está provocando que se adelanten las temporadas de crecimiento de las plantas en las latitudes medias", aseguró Swartz.

Simon Gosling, profesor asociado de riesgo climático de la Universidad de Nottingham(Reino Unido) y consejero de Europa de la Sociedad Internacional de Biometeorología, asegura que tras la ola de calor en la que murieron más de 70.000 personas en 2003 en Europa, el perfil de los biometeorólogos creció.

"Varios países europeos incorporaron un sistema de alertas de calor en cuyo desarrollo han estado involucrados biometeorólogos", dijo Gosling.

"Dado que algunos estudios predicen que para finales de sigloel verano del 2003 será el típico verano, si no se toman medidas, como recudir las emisiones de carbono, el papel de los meteorólogos va a ser bastante importante", concluyó.

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