Según el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA), el 54% de los estudiantes chilenos se sienten muy nerviosos al hacer problemas de matemáticas. A este fenómeno se le denomina “ansiedad matemática”, que se puede entender como un sentimiento de miedo, nerviosismo o tensión al enfrentar esta área, lo que puede afectar negativamente la confianza y el rendimiento de la materia. Esta situación puede presentarse en el ámbito escolar, universitario o en la vida cotidiana, como al comprar en una tienda o calcular el vuelto en una compra.
Para investigar esta problemática, el director del Núcleo Milenio para la Ciencia del Aprendizaje (MiNSoL), Roberto Ferreira, y la directora alterna del mismo, Cristina Rodríguez, junto a la doctora Bárbara Guzmán, estudiaron la relación entre el rendimiento matemático y la ansiedad matemática en 311 estudiantes de segundo año básico.
Los resultados mostraron que existe una relación negativa entre ambos, lo que significa que los estudiantes que sienten más nervios al enfrentarse a las matemáticas tienden a obtener peores resultados en las pruebas de matemáticas que los que no tienen esa ansiedad. La Dra. Bárbara Guzmán explicó que “esta relación parece estar vinculada a un deterioro de la atención, la memoria y el razonamiento de los estudiantes con ansiedad matemática, lo que dificulta su aprendizaje y desempeño. Además, la ansiedad puede generar una actitud negativa hacia las matemáticas, lo que disminuye la motivación y el interés por esta disciplina”, dijo.
¿Qué papel juegan los padres en este problema?
Los investigadores también analizaron cómo la ansiedad matemática de los padres y las actividades matemáticas que realizan con sus hijos en el hogar influyen en la relación entre la ansiedad y el rendimiento de los niños. El doctor Ferreira, director de MiNSoL y académico de la Universidad Católica del Maule, explicó que “el ambiente en el que los niños están inmersos puede influir en su ansiedad y rendimiento numérico”. En este sentido, se esperaría que, si los padres se sienten ansiosos por las matemáticas, sus interacciones en las actividades relacionadas en el hogar podrían ser contraproducentes.
Sin embargo, Ferreira también destacó que los padres que han experimentado ansiedad matemática pueden ser más conscientes de la ansiedad de sus hijos, lo que les permite tener interacciones más positivas alrededor de las matemáticas, reduciendo así la ansiedad en los niños.
Los resultados del estudio así lo confirman. Tras la investigación quedó en evidencia que si los padres con ansiedad matemática interactúan frecuentemente con sus hijos en actividades matemáticas en el hogar, como jugar cartas o hacer cálculos mentales sencillos, pueden romper la relación negativa entre el rendimiento y la ansiedad matemática de sus hijos.
Estudio Inédito
La doctora Cristina Rodríguez, directora alterna de MiNSoL y académica de la Universidad Católica del Maule e Investigadora Responsable del proyecto ANID-Fondecyt Regular nº1191589 que apoya también esta investigación, indicó que este estudio es especialmente inédito por dos razones: La primera, “es que se trata del primer trabajo en el que se incorpora la ansiedad de los padres y de los niños junto a las interacciones en el hogar para entender mejor cómo se relaciona la ansiedad matemática con el rendimiento”. Esto permite tener una perspectiva más amplia a la hora de entender el efecto del ambiente familiar en el rendimiento matemático en niños con ansiedad matemática. La otra razón, “tiene que ver con la forma en la que se recopiló la información de las interacciones en torno a las matemáticas en ambiente familiar”, aseguró Rodríguez.
De acuerdo con los investigadores este el primer estudio en el área en el que se solicita información a los niños y no a los apoderados. Esto se decidió con el fin de evitar el sesgo de deseabilidad social que pueden manifestar algunos padres a la hora de responder al cuestionario.
En definitiva, los hallazgos de este trabajo visibilizan la importancia de considerar los aspectos emocionales, como la ansiedad matemática, cuando queremos mejorar los aprendizajes de nuestros estudiantes.