Desde que la OMS la clasificó a Ómicron como “variante de preocupación” los ojos del mundo y los esfuerzos científicos se han concentrado en evaluar la peligrosidad de esta nueva mutación del Sars-CoV-2.
Según lo publiado ScieceAlert, los resultados preliminares de un estudio sudafricano que aún espera la revisión por pares, la variante Omicron redujo sustancialmente los niveles de anticuerpos generados por la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19.
El estudio, dirigido por Alex Sigal del Instituto de Investigación de Salud de África, examinó 14 muestras de sangre de 12 personas contra una muestra viva de la variante Omicron. Las 12 personas fueron vacunadas y seis habían también habían padecido la enfermedad.
Los descubrimiento fueron preocupantes, ya que en general, los científicos encontraron una reducción de aproximadamente 40 veces en los niveles de anticuerpos neutralizantes, las proteínas que luchan contra los virus que juegan un papel clave en nuestra respuesta inmune, en comparación con la versión original del virus.
Según el líder de la investigación Omicron no evadió la protección de la vacuna por completo, lo que significa que aún hay beneficios de vacunarse contra esta nueva variante.
Pero la marcada reducción de anticuerpos plantea interrogantes sobre la duración de la protección de la vacuna contra Omicron, es decir, si las inyecciones de refuerzo evitarán suficientemente la enfermedad o si eventualmente se necesitarán nuevas vacunas.
"Un buen refuerzo probablemente disminuiría la probabilidad de infección, especialmente una infección grave que conduce a una enfermedad más grave", dijo Sigal en una presentación en línea de sus resultados el martes, según Bloomberg.
Otras variantes también han mostrado la capacidad de evadir parcialmente la protección de la vacuna en menor grado. Pruebas de laboratorio anteriores mostraron que la variante Delta condujo a una reducción de 2 a 3 veces en los anticuerpos en comparación con el virus original, mientras que la variante Beta causó una reducción de 7 a 8 veces.
Los resultados no son definitivos y no se han publicado en una revista médica. Sigal advirtió en Twitter que es probable que los hallazgos "se ajusten a medida que hagamos más experimentos".