En una majestuosa ceremonia la reina Isabel pronunció este lunes el discurso de Apertura Estatal del Parlamento en Londres, Reino Unido. La prioridad del Gobierno británico es abandonar la Unión Europea el 31 de octubre, dijo Isabel II, al exponer el programa del primer ministro Boris Johnson para un país profundamente dividido por el Brexit.

Algo que llamó la atención fue que la reina de Inglaterra no usó su corona imperial durante el Estado de Apertura del Parlamento en una ruptura con la tradición. La monarca llevaba su atuendo para este día especial pero no la corona. En cambio, utilizó la diadema más ligera de George IV, que data de 1821.

¿La razón?

Según informó Vanity Fair, el excesivo peso sobre la cabeza de la reina de 93 años habría sido el motivo de la decisión. Llevar la corona imperial supone todo un riesgo, tanto por la incomodidad mencionada como por las valiosas piezas que la componen. Se cree, entonces, que es inconveniente que la monarca la use. En cambio, la corona fue llevada y colocada en una mesa junto a ella.

La gran corona imperial es utilizada por la reina solo en casos especiales, la joya más importante del tesoro que conserva la familia real inglesa. Realizada en oro y platino para la coronación de la reina Victoria en 1838 tiene 2.868 diamantes, 273 perlas, 17 zafiros, 11 esmeraldas y 5 rubíes, una altura de 31,50 centímetros y casi dos kilos de peso. Un objeto de gran valor histórico que se ha llegado a tasar en 300 millones de dólares.

Isabel II la llevó por primera vez el día de su coronación cuando salió a saludar a los ingleses desde el Palacio de Buckingham el 2 de junio de 1953. Tenía 25 años.

La monarca solo ha dejado de usarla en dos ocasiones para asistir a la apertura del Parlamento británico. Este lunes fue la tercera vez.

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