Cualquiera que tenga un perro como mascota sabe que una caminata implica una serie de momentos que "tu mejor amigo" quiere compartir contigo, como es jugar, correr, esconderse, olfatear y -uno que tiene prohibido realizar al interior de la casa- defecar.
Tu mascota es tan generosa e incondicional que incluso, ese momento tan íntimo, lo quiere compartir contigo buscando tu mirada por una razón en particular.
¿Por qué? De acuerdo a la publicación del medio La Vanguardia, esa actitud no tiene que ver con vergüenza sino que ellos se sienten indefensos.
"Para sobrevivir, los perros deben ser conscientes del riesgo. Defecar es una de las veces en la vida de un animal cuando está en su punto más vulnerable. Debe adoptar una postura para realizar la tarea y debido a esto, no está en posición de luchar o huir fácilmente", explicó la veterinaria Kthryn Primm.
Además, señaló que "el perro es consciente de su indefensión y que, como para él eres parte de su familia, te mira porque depende de ti para darle una señal de lenguaje corporal si debe tener miedo".
Por lo mismo, aconsejó que para que el perrito pueda defecar de manera tranquila, sus dueños "deben manterse calmados y no hacer movimientos bruscos para que el animal pueda terminar".