Destruir los ejemplares de esta muñeca de linda sonrisa es lo que el gobierno de Alemania ha pedido a los padres.

Se llama Cayla, y cuando sale de su caja hace preguntas a los niños: su nombre, el nombre de sus padres, a qué escuela asisten y el lugar en el que viven.

A través de una conexión a internet y con un dispositivo Bluetooth, escucha y habla con los pequeños que juegan con ella, lo que desde el año pasado había generado preocupaciones de seguridad.

Pero ahora la Agencia Federal de Redes de Alemania, que supervisa las telecomunicaciones en la nación europea, ha emitido la recomendación de que la muñeca sea destruida.

Su tecnología puede revelar datos personales si es objeto de un hackeo, como ya se ha comprobado en el pasado.

Los investigadores dicen que los intrusos pueden utilizar sus funciones tecnológicas para escuchar y hablar con los niños, e incluso pueden escuchar lo que pasa a unos 10 metros de distancia de la muñeca.

Cayla puede responder a las preguntas de un usuario a través de su acceso a internet.

Por ejemplo, si un niño pregunta a la muñeca "¿cómo se le llama a un caballo recién nacido?", la muñeca puede responder "se llama potro".

Su defensa

Una vulnerabilidad en el software de Cayla fue revelada por primera vez en enero de 2015.

Desde entonces surgieron varias quejas presentadas por grupos de consumidores en Estados Unidos y la Unión Europea.

El grupo Vivid Toy, que distribuye a Cayla, dijo anteriormente que los casos de hackeo fueron detectados y tratados por especialistas para actualizar su software.

La Asociación de Minoristas de Juguetes de Reino Unido dijo que Cayla "no representa ningún riesgo".

En un comunicado enviado a la BBC, la asociación también dijo que "no hay motivo de alarma".

Aun así, los expertos han advertido de que el problema no se ha solucionado.

"Estoy preocupada por el impacto de las muñecas conectadas (a internet) y la privacidad y seguridad de los niños", dijo a la BBC la comisionada europea para Justicia, Consumo e Igualdad de Género, Věra Jourová.

Están investigando si estos muñecos inteligentes violan garantías de protección de datos de la Unión Europea.

Además de estas preocupaciones, se ha demostrado que un hackeo permite a los extraños hablar directamente a los niños a través de la muñeca.

Ante esto, la Asociación de Minoristas de Juguetes de Reino Unido dijo que espera que "los padres supervisen a sus hijos al menos de forma intermitente".

Privacidad

Según la ley alemana, es ilegal vender o poseer un dispositivo de vigilancia no autorizado.

Una violación de esta ley puede dar lugar a una pena de cárcel de hasta dos años, según ha explicado la prensa alemana.

El país tiene estrictas leyes de privacidad.

La advertencia de la Agencia Federal de Redes de Alemania se produjo después de que una estudiante, Stefan Hessel, de la Universidad del Sarre, planteó preocupaciones legales sobre Cayla.

Dijo que un dispositivo con función Bluetooth puede conectarse al sistema de altavoz y el micrófono de Cayla en un radio de 10 metros.

Por eso un intruso podría incluso espiar a alguien "a través de varias paredes", según explicó el sitio Netzpolitik.org.

Un portavoz de la agencia dijo al diario Süddeutsche Zeitung que Cayla era considerada un "dispositivo de transmisión oculta", ilegal bajo un artículo en la ley alemana de telecomunicaciones.

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