Píngara es una palabra en mapudungún que significa Picaflor Gigante. Y esa es parte de la inspiración de Lili Peñailillo y Jaime Vera, quienes a través de la naturaleza crean productos para el bienestar de las personas.

Su historia de emprendimiento nació cuando su segunda hija fue diagnosticada con dermatitis atópica. En ese momento comenzaron a elaborar aceite de almendra para la hidratación de su piel

Crecimiento del negocio

Junto con enfrentar el desafío de cuidar la piel de su hija, esta pareja vio una oportunidad de negocio. Por eso, Lili decidió estudiar cosmetología y especializarse para crear productos únicos, y con el sello del sur de nuestro país. 

Hoy Píngara comercializa rolones de aromaterapia, aceites de masajes, huentos desinflamatorios y jabones medicinales en forma artesanal.

"Estamos Pitrufquén y gracias a Dios hemos podido hacer despachos a todo Chile. Para mí, el apoyo de ISA Vías ha sido clave. Nos han apoyado con el marketing, y esto nos ha permitido profesionalizar nuestro trabajo e incrementar nuestras oportunidades de venta", puntualiza Lili Peñailillo.

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