El organismo animalista PETA (Personas por la Ética en el Trato de los Animales) lanzó una nueva campaña en la que evidencia la contradicción que significa ser feminista y comer huevos.
Según la ONG, ambas cosas son incompatibles, ya que el ser feminista supone la lucha por los derechos de todas las mujeres, sin diferencia de raza o especie, por lo que consumir huevos de gallinas sería perpetuar el abuso de su ciclo reproductivo para su comercialización.
“La batalla por el control de la fertilidad de la mujer y sus derechos reproductivos sigue, y las feministas se están alzando en contra del abuso y la explotación. Entonces qué significa cuando las mujeres le quitan a otra mujer sus huevos sin dudarlo, pagan dinero por ellos, sabiendo que fue encerrada, su ciclo reproductivo controlado y manipulado, y fue obligada a dar a luz siendo joven para cumplir con los horarios de otros”, es parte de lo que señala Marissa Price, estratega de campañas de PETA.
“PETA anima a todo el mundo a rebelarse en contra del abuso sistemático de las hembras de todas las especies. Ampliar nuestro círculo de compasión no hace daño a nadie- solo sirve para terminar con el círculo de opresión y sufrimiento que resulta cuando un grupo busca explotar a otro que considera inferior”, añade la organización.
Esta iniciativa se suma a la presentada durante la semana pasada, donde criticaban el uso de expresiones populares como “matar dos pájaros de un tiro” o “ser un conejillo de indias”, ya que, si se analizan literalmente, son agresiones en contra de los animales.
En dicha instancia, compararon estos dichos con la homofobia y el racismo.