Es de suponer que cuando hace 10 años un pescador filipino encontró una almeja gigante con una perla de 34 kilos en su interior sintió sorpresa y júbilo a partes iguales.

No lo sabía, pero acaba de hallar lo que ha sido descrito como "la mayor perla natural jamás encontrada".

Así lo asegura la oficina de turismo de Puerto Princesa, en la isla filipina de Palawan, donde descansa ahora el valioso tesoro marino.

El enorme espécimen, que esperan se convierta en todo un reclamo turístico para la isla, fue presentada este lunes por primera vez al público en una exposición.

Mientras los gemólogos analizan y valoran si esta es realmente "la perla más grande del mundo", la prensa local e internacional se hace eco de la inverosímil historia sobre cómo fue descubierta.

Y también sobre cómo fue cautelosamente guardada como un amuleto de buena suerte, y terminó en la vitrina de un museo una década después de haber sido descubierta.

Un amuleto muy particular

Sus descomunales dimensiones no parecen reales: mide unos 70 centímetros de largo y más de 30 de ancho.

Y su peso supera en cinco veces al de la Perla de Alá (o Perla de Lao Tzu), de 6,4 kilos, catalogada, hasta ahora, como la de mayor tamaño, peso y valor en todo el mundo.

Pero su valor económico tampoco se queda corto.

Los especialistas calculan que podría ascender a unos US$100 millones.

Sin embargo, el hombre que la encontró no tuvo interés en comprobarlo.

En lugar de intentar sacarle un provecho económico, quiso buscarle uno mucho más espiritual.

El pescador, cuya identidad no ha sido revelada, encontró en esta valiosa perla un perfecto amuleto.

Y decidió guardarla en su casa de madera, bajo su cama, para que le trajera buena suerte.

Aunque tal vez no esperaba que algunos años más tarde cambiaría de opinión.

Buena fortuna

A principios de este año, la vivienda del pescador sufrió un incendio.

Fue entonces, tal vez considerando que su amuleto ya no era tan efectivo, cuando decidió deshacerse de la enorme perla y entregarla a las autoridades de la oficina de turismo de Puerto Princesa.

Al menos, eso fue lo que dijeron quienes trabajan en ella.

"Nos sorprendió que nos diera la perla. Ahora necesitamos que los gemólogos certifiquen su valor", le explicó al diario local Palawan News Aileen Cynthia Amurao, agente del organismo.

La funcionaria también explicó cómo el pescador había descubierto la perla.

"Su ancla quedó enganchada en una roca durante una tormenta y quedó atrapado", dijo Amurao,

"(El pescador) se dio cuenta de que se había incrustado en una concha de almeja,nadó para levantar el ancla y se llevó la almeja a su casa", agregó Amurao, quien afirmó que el hombre, seguramente, no conocía el valor económico de la fabulosa perla.

El pescador quiso encontrar en la perla un amuleto para la buena suerte.

Pero las autoridades filipinas más que buena suerte, esperan que les traiga buena fortuna.

De acuerdo con Amurao, expertos "del Instituto Gemológico y otras autoridades internacionales" están trabajando en la autentificación y tasación de la perla.

Y esperan que el hallazgo, además de anotar un nuevo récord a su pequeña isla en cuanto a perlas gigantes, les genere también un mayor flujo de turistas.

 

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