Durante mucho tiempo se creyó que la etapa de ascenso abandonada del módulo lunar Eagle de la misión Apolo 11 se había estrellado en la Luna en 1969, después de devolver a los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin al módulo de mando tras el primer alunizaje en 1969.
Ahora, un nuevo estudio matemático a cargo de James Meador, un investigador independiente del Instituto Tecnológico de California, sugiere que la etapa de ascenso del Apolo 11 podría seguir orbitando la Luna.
El estudio, que utiliza nuevos datos gravitacionales de la Luna, se expuso en el servidor de preimpresiones arXiv y se publicará en octubre en la revista revisada por pares Planetary and Space Science.
El proyecto GRAIL
Meador comenzó su investigación considerando si fuera posible encontrar la etapa de ascenso, que supuso que estaría en la superficie de la luna. En medio de su búsqueda, observó los datos de la NASA y la nave espacial que orbitó alrededor de la Luna en 2012 como parte del proyecto GRAIL para cartografiar el campo gravitatorio de la Luna.
Utilizando el modelo de gravedad GRAIL y el simulador Análisis General de Misiones (GMAT) –una calculadora de navegación espacial de código abierto–, Meador esperaba encontrar que la órbita del módulo lunar se desestabilizaba muy rápidamente.
No obstante, lo que encontró fue que la etapa de ascenso tenía un mecanismo de retroalimentación que hacía que la órbita se estabilizara por sí misma en un período de cada 24 días. Cuando hizo la simulación hacia adelante, la órbita se mantuvo estable hasta el día de hoy.
"Todo el mundo se olvidó de él"
"El Eagle fue abandonado en la órbita lunar, todo el mundo se olvidó de él y se supone que chocó con la Luna hace décadas", explica Meador a la revista New Scientist. El investigador sugiere que la nave espacial está posiblemente en la misma órbita en la que fue dejada el 21 de julio de 1969."Está más o menos donde estaba hace 52 años", dice en el artículo.
"Estos experimentos numéricos apoyan la hipótesis de que, incluso con la incertidumbre de las condiciones iniciales, la verdadera órbita del Eagle exhibe estabilidad a largo plazo, y la nave no habría impactado en la Luna debido a los efectos gravitatorios", afirma Meador, según reporta la revista Discover.
Meador reconoce que otros factores podrían haber provocado la desaparición de la nave: el combustible restante podría haber explotado al degradarse la nave, por ejemplo, cambiando su órbita. Pero también señala que, si la agencia decide buscarla, la NASA posee la tecnología necesaria para encontrar la nave si todavía está en órbita.
"Mucha gente se emocionaría al saber que esta cosa todavía existe", dice Meador a New Scientist. "Sería increíble traerlo de vuelta a la Tierra y ponerlo en un museo".