Un tobogán de vidrio ubicado a 305 metros de altura, colocado afuera de un rascacielos en Los Ángeles, EE.UU, abrió sus puertas al público el sábado.

El Skyslide mide 13 metros de largo y 1,20 metros de ancho y se extiende desde el piso 70 hasta el 69 del famosos edificio US Bank Tower.

Pese a que está hecho de vidrio tiene solo una pulgada de espesor.

Fue fabricado con un material resistente a vientos huracanados y terremotos y las entradas para deslizarse dentro de él cuestan US$18.

A principios de la semana, algunos visitantes participaron en una demostración previa a su apertura al público y dejaron entrever su gusto por la adrenalina.

"Te pone nervioso, pero es emocionante y audaz a la vez", indicó Keri Freeman.

"Me deslicé a una velocidad mucho más alta de lo que me imaginé", señaló Rebecca Fitzgerald.

"Cuando vas en la curva, estás presionado sobre los lados del vidrio. De esa forma ves el mundo entero debajo de ti. Pero no asusta".

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